Muerto el rey, vivan los reyes. Esa idea resume la quinta temporada de Vikings, cuya segunda parte acaba de estrenar Fox Premium Series (irá los jueves a las 23 y también podrá verse desde su plataforma on demand). En un comienzo, la serie creada por Michael Hirst (The Tudors) fue un portarretrato del vigor de ese pueblo con una tonada a pura consonante. Convertida en un fenómeno global, el proyecto se encuentra en un punto de inflexión por la partida de su gran protagonista. Cada escandinavo parece reclamar su potestad sobre Escandinavia tras la ejecución de Ragnar Lothbrok.

Sin dudas el gran personaje de este arco es Ivar el Deshuesado (Alex Høgh Andersen), un villano carismático que comienza a mandar en Kattegat. El tirano ama la devastación y mear sobre su propio trono. El bárbaro prometió guerra, cumplió y aún hay más batallas en el horizonte para su gran ejército pagano. Mientras, Bjorn (Alexander Ludwig), Lagertha (Katheryn Winnick) y el obispo Heahmund (Jonathan Rhys Meyers) huyen de sus garras y preparan el contraataque. “La gente me dijo que no sería capaz de hacer una serie exitosa sobre vikingos porque siempre fueron vistos como lo otro”, planteó Hirst quien da buenos motivos para que muchos cambien de opinión. Su idea original era hacer siete temporadas y la sexta ya se encuentra en producción.