El presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro celebró ayer el título de Palmeiras, su equipo favorito de fútbol, con gestos de ametralladoras apuntando al aire e intercambiando efusivos saludos militares con el plantel. El ultraderechista fue invitado por la propia comisión directiva para entregarle el premio al equipo brasilero, que venció por 3 a 1 al Vitoria y se quedó con la copa del torneo local, que él mismo levantó, rodeado por los jugadores del Verdao en el Allianz Parque.
Bolsonaro había visto el partido desde su palco con la camiseta verde característica, pero luego bajó al campo de juego para felicitar a los ganadores en medio de la ovación de toda la hinchada, que durante la campaña presidencial se había autodenominado como “bolsonerista”. Fue entonces cuando empezó a simular que disparaba con sus manos. Lejos de arrepentirse de su apología a la violencia, retificó el gesto en Twitter, con emoticones.
Una de las figuras del equipo, el volante Felipe Melo, apoyó expresamente al ex capitán de reserva durante la campaña presidencial y le llegó a dedicar un gol. El mismo jugador festejó también la copa con Bolsonaro. Ambos se saludaron con la “venia” y luego posaron como si tuvieran armas en las manos junto con otros jugadores.
Según el futuro mandatario, sus padres le pusieron Jair porque el día de su nacimiento, 21 de marzo de 1955, coincidió con el cumpleaños de uno de los futbolistas más de la época, Jair Rosa Pinto, quien fue centrocampista de la selección de Brasil y del Palmeiras entre otros equipos.
"Enhorabuena al Palmeiras por el título brasileño. El fútbol es mucho más que torcer para un equipo, es un estado de espíritu totalmente identificado con el brasileño. ¡Es siempre bacana formar parte de esta fiesta! ¡Un abrazo a todos y gracias por el cariño!", celebró por Twitter.