El dólar bajó, las acciones rebotaron, los bonos subieron y el riesgo país cayó. El inicio de semana, tras el G20, fue una bocanada de aire fresco para el equipo económico. Este optimismo financiero en la city se debe a factores internacionales. El titular de la Reserva Federal de Estados Unidos dejó trascender que podría no subir la tasa de interés en diciembre y China y Estados Unidos negociaron una tregua de al menos noventa días a la guerra comercial. El interrogante entre los inversores es si esta tranquilidad es sostenible y si la Argentina podrá recuperar niveles de riesgo país similares a los de la región. La incertidumbre política, la dificultad para alcanzar el déficit fiscal cero en un año electoral, la amenaza de la no renovación de las Letes en moneda extranjera y el impacto social de la recesión son los principales desafíos para la recuperación de la confianza de los inversores.
Los datos financieros del comienzo de la semana fueron auspiciosos en todos los frentes. Los bonos en moneda extranjera subieron más de 2 por ciento, el riesgo país perforó el piso los 700 puntos básicos y las acciones argentinas que cotizan en Nueva York anotaron avances de más del 5. Pero el dato más impactante fue el del dólar. La cotización bajó ayer 1,15 peso y se ubicó en 37,67 pesos. El lunes de la semana pasada se había ubicado al filo de los 40 pesos. La divisa acumula un retroceso de casi dos pesos en las últimas tres jornadas.
El tipo de cambio mayorista terminó en 36,50 pesos. La cifra se encuentra muy cerca del piso de la zona de no intervención. El Banco Central informó que el piso de la banda cambiaria, el cual se va ajustando todos los días por un coeficiente de 3 por ciento mensual, se ubica en 36,14 pesos. Esto implica que si el tipo de cambio vuelve a caer en los próximos días la entidad a cargo de Sandleris tendrá que tomar decisiones acerca de cómo sigue con su estrategia monetaria y cambiaria. La disyuntiva es que el equipo económico les prometió a los exportadores que no dejaría apreciar nuevamente la divisa en términos reales. Pero el Fondo Monetario no deja al Central intervenir con compras de dólares para evitar mayores caídas de la cotización.
La apuesta de la autoridad monetaria es que la reducción de la tasa de interés permita evitar que la divisa perfore el piso de la banda cambiaria. El organismo licitó ayer Leliq por 160.231 millones de pesos. La tasa de interés promedio fue 60,28 por ciento y la tasa máxima de 60,49 por ciento. Estos rendimientos son 12,90 puntos más bajos respecto del pico de 73,5 por ciento alcanzado el 8 de octubre. Sandleris había prometido a los inversores bancarios que mantendría hasta finales de este año una tasa de al menos 60 por ciento para las Leliq. En las últimas semanas, no obstante, empezó a hacerse algo más flexible esta estrategia y dejaron las puertas abiertas para acelerar la reducción de la tasa a partir de esta semana.
El Central por ahora se muestra tranquilo con sus objetivos de emisión. Difundió que en noviembre, al igual que en octubre, logró sobrecumplir la meta monetaria de emisión cero. Se informó que la base monetaria cerró el mes pasado en un promedio de 1,256 billones de pesos, cifra que fue 14 mil millones de pesos menor respecto de la cifra objetivo. El monto, no obstante, se ubicó unos 4 mil millones de pesos por encima del promedio de la base registrado en octubre. En cuanto a las reservas internacionales, se informó ayer que se ubicaron en 51.303 millones de dólares, lo cual implicó un alza de 110 millones de dólares. Se trata de uno de los primeros incrementos relevantes desde que asumió Sandleris al frente del Central.