“Un festival de arte queer en este momento es súper importante. Es un canal de visibilidad, expresión, educación y celebración: todo a la vez”, dice a PáginaI12 Violeta Uman, una de las organizadoras del Primer Festival de Arte Queer, que se realizará a partir de hoy en Casa Brandon, en el marco de la Semana Internacional de los Derechos Humanos. La programación es multidisciplinaria. Incluye cine, lecturas, artes visuales, performances, bandas en vivo y una feria y escenario al aire libre. Hay una unión de artistas conocidos y otros con un camino recorrido que adquirirán visibilidad. Kumbia Queers, Julieta Venegas, Mariano Blatt, Paula Maffía, Dario Sztajnszajber, Diana Maffia, Silvina Giaganti, Adicta y Susy Shock son algunos de los que participan.
En la organización de este encuentro estético y político se unieron varias voluntades. Por ejemplo las de Uman, Benito Cerati, Paula Maffía y Lisa Kerner. Todos se preguntaron por qué no existía, hasta el momento, una plataforma como ésta, que reflejara y diera espacio a las múltiples manifestaciones de arte queer que existen en Buenos Aires. “En estas épocas difíciles y oscuras, la idea es la resistencia, la unión; la alianza de redes independientes de personas y artistas”, desliza Uman. Los hacedores de este Primer Festival de Arte Queer entienden al arte “no como entretenimiento”. “El verdadero objetivo es transformador. Tiene que provocar algo en las personas. Que se sensibilicen, se molesten, se emocionen... cualquier sentimiento para repensarse y cuestionarse y poder hacer un pequeño cambio. Contribuye a una sociedad más justa y feliz para todos y todas”, se explaya la productora y cineasta.
Maffía, quien después de charlar con Benito Cerati tuvo un sueño premonitorio sobre este acontecimiento, ocupó un lugar importante en la curaduría del área de música. La cantante y compositora explica cómo la noción de arte queer será plasmada en el festival. “Más allá de una forma de vida, ser queer es una manera de ver el mundo cuestionando la norma. Y haciendo gala de eso, con ganas, orgullo, estética y una visión crítica e inteligente. Ser queer trascendió el ámbito de la sexualidad. Arte queer es cualquier manifestación creativa e inteligente que entre por los sentidos y la mente sobre cómo expresar esta condición”, define. Por su parte, el artista uruguayo Leho de Sosa, uno de los invitados internacionales, vincula al arte queer con “la disidencia y la denuncia”. “Es un arte político en sí, porque habla muchas veces en primera persona sobre nuestros cuerpos e identidades, nuestras realidades y sexualidades. Irrumpe sobre la hegemonía, planteando nuevos paradigmas y posturas”, expresa.
El festival replica la diversidad que se puede hallar en relación a las manifestaciones que actualmente existen, e intenta abarcar temáticas poco tratadas, como la del género fluido o la transexualidad en hombres. La programación en Luis María Drago 236 inicia esta noche a las 20, con las proyecciones del corto Fuck the boxes, del director Abel Rubinstein, y del largometraje francés Coby, de Christian Sonderegger (a las 20.10). A las 21.30, Leho de Sosa estará presentando el manga Teen Trans-héroes sin identidad secreta, primero en su tipo en dar protagonismo a adolescentes trans (editorial Muchas Nueces). Además, este artista dejará inaugurada su muestra NAÏF. A las 22 habrá una lectura de Luciana Caamaño; a las 22.15, Rita Pauls presentará la performance Animal romántico; a las 22.30, Edgardo Castro y Guadalupe Olivares compartirán lecturas del libro Como en la noche, el lado oscuro de una ciudad despierta. El cierre de la jornada inaugural estará a cargo de Adicta.
Mañana están previstas las proyecciones de La prima sueca, de Inés María Barrionuevo y Agustina San Martín, y de Genderbende, de Sophie Dros. Estará presente Selm Wenselaers, protagonista del film, para un intercambio con el público. A cargo de la música estarán Violeta Castillo, Antu La Banca, Ibiza Pareo y Susi Pireli. El viernes será el turno de las películas T.R.A.P., dirigida por Maque La Banca, y Obscuro barroco, de Evangelina Kranioti. Habrá una performance de Agustina Muñoz y Mariana Obersztern (Una conversación francesa) y otra de Maruja Bustamante y Belén Gatti. Susy Shock y La Bandada de Colibríes musicalizarán la jornada. El sábado 8 el arte saldrá a la calle con Michelle Lacroix como anfitriona. Se instalará un escenario sobre la calle Luis María Drago, por el cual desfilarán Loca DJ Set, MMM, Gaby Bex, Ñustas Bolivia, Karen Bennett y Lisa Schachtel, Andrea Servera, Julieta Venegas y Mariano Blatt, Zero Kill, Las Mackalister y Kumbia Queers. El domingo 9 habrá, entre otras actividades, una charla de Diana Maffía, Dario Sztajnszrajber, Estefanía Pozzo y Lara María Bertolini acerca de los derechos humanos y el movimiento LGTBIQ en la Argentina.
“Esta es una gran oportunidad para conocer el funcionamiento de La Casita (por Brandon), un espacio cultural y de militancia increíble, una trinchera poderosísima”, dice Maffía, quien también destaca la “multiplicación” de expresiones de música queer. “Se empezaron a generar propuestas desde muchos géneros. Posiblemente, en términos queer, lo primero esté vinculado a la música bailable, porque es uno de los puntos ineludibles de esta cultura. Pero si hacemos una exégesis, podemos llegar a encontrar conducta queer hasta en la ópera del siglo XVIII. Me parece que se ha epidemizado. Se ha degenerado. Y las letras ya no hablan solamente de la reivindicación, sino que naturalizan el vínculo entre personas del mismo sexo o las identidades trans”, analiza.
De Sosa organiza la Semana de Arte Trans en Montevideo. Trabaja con la temática de derechos humanos. En NAÏF expone una serie de obras que buscan interpelar la construcción de la identidad hipersexualizada. “Es alucinante empezar a tener estos festivales de la resistencia en América latina. En este momento en que hay un regreso de la ultraderecha y algunos discursos de retroceso que van en contra de todos los derechos que se nos han reivindicado, estas movidas desde las disidencias son fundamentales”, sostiene. El artista ha asistido a eventos de este estilo en distintas partes del mundo; por eso puede ofrecer una lectura comparativa. “En América latina, el arte queer es hecho por identidades sumergidas social y económicamente, entonces plantea otro punto: nuestras pobrezas y miserias. Tenemos, en relación con Europa, otras lógicas y otras cosas para contar. Hacemos cosas alucinantes, pero las tenemos que hacer con tapas de gaseosa. Nos falta plata porque se la llevan toda, pero tenemos mucha creatividad y un montón para aportar”, opina.
* La programación completa se puede encontrar en brandon.org.ar.