El motociclista salteño Kevin Benavides evaluó ayer que tiene “todo para ganar” el Rally Dakar 2019, luego de haber sido subcampeón en la edición pasada, mientras define la preparación a un mes de la largada de la competencia más exigente del mundo. Luego de haber sufrido dos fuertes caídas que lo hicieron abandonar en las últimas carreras del año del Mundial Rally Cross Country y lo privaron de ser campeón, Benavides admitió que fueron “dos llamados de atención”. “Hice mis evaluaciones personales y pedí cambios en la moto para que se ajuste más a mi manejo. No tengo dudas que esos golpes me dejaron enseñanzas, y que al Dakar voy a llegar siendo un mejor piloto”, aseguró, quien en enero fue subcampeón de la carrera más dura del mundo y ahora quiere más.
“Ya disputé dos Dakar y aprendí mucho. Hay que ser agresivo pero, a la vez, inteligente”, evalúa desde Iquique, Chile, donde se entrena a poco más de un mes del comienzo (6/1) de una edición que esta vez se realizará íntegramente en suelo peruano.
El primer objetivo del año no se dio, pero el segundo y más importante está más latente que nunca, para lo que el salteño hizo un “reseteo mental”.
Benavides fue cuarto en el 2016 y subcampeón en 2018, luego de haberse convertido en el primer argentino en ganar una etapa en la modalidad Motos. El salteño, en enero pasado, terminó a sólo 16m 53s del campeón Mathias Walkner (austríaco de KTM) y quedó por delante de Toby Price, ganador del 2016.
Benavides, que estuvo en el top tres en ocho de las 12 etapas que se corrieron, llegó a ser líder de la general tras la sexta, siendo el primer argentino en los 40 años de historia de la carrera en ser puntero en motos.
De no haber sido por un problema de navegación en la décima, que lo dejó 17° y él atribuyó a un error del Road Book (hizo un reclamo que no prosperó), podría haber sido el primer campeón latinoamericano del Dakar.
Así, en un año, pasó de revelación a candidato y se prepara para ir por todo con el “47”, su número de toda la vida, pese a tener disponible el “2” por ser subcampeón.
“Perú me gusta, es una zona de mucha arena y vamos a tener diez etapas muy duras en esa superficie. No me perjudica”, analizó quien a los 29 años siente que atraviesa su mejor momento para poder ganar el Dakar. Y agregó: “Para lograrlo se necesitan muchas cosas porque son varios días, consecutivos, con etapas muy exigentes y en un deporte impredecible. Todo te lleva al límite y hay que estar mentalmente preparado. La estrategia cambiará por la arena, aunque intentaré llevar un buen ritmo, hacer un buen trabajo en la navegación y ser consciente de la importancia de tener el mejor tiempo posible en cada etapa. El Dakar se gana paso a paso, con cabeza fría, y yo siento que tengo todo para lograrlo”.
Benavides, que se subió por primera vez a una moto a los tres años y saltó a la fama mundial en el 2012 como una figura del Enduro, ha superado situaciones difíciles que, siente, lo han hecho mejor piloto. “Los golpes fueron muy duros, pero no me produjeron lesiones. Cuando me hicieron los estudios y no había fracturas, me volvió el alma al cuerpo. El miedo queda, siempre estará, el tema es no pensar”, explicó.
El Honda Monster Energy, pese a que tendrá otros cuatro pilotos de altísimo nivel (Joan Barreda, Paulo Goncalves, Ricky Brabec y José Cornejo), lo tiene como su niño mimado, y muchos dicen que es la gran esperanza del equipo para terminar con la absoluta supremacía de KTM, que ganó cada una de las ediciones del Dakar.