El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil suspendió ayer indefinidamente el tratamiento del hábeas corpus que pedía la libertad de Luiz Ignacio Lula da Silva. Los abogados del ex mandatario presentaron la medida judicial luego de que el juez Sérgio Moro –quien acusó a Lula en el LavaJato– fuera nombrado como nuevo ministro de Justicia por el presidente electo de Brasil. Por ello, a raíz de esa designación los abogados del ex mandatario argumentan en el hábeas corpus que Moro actuó por motivaciones políticas. Según ellos, el hecho de que el magistrado aceptara a comienzos de noviembre la invitación de Bolsonaro pone en duda su imparcialidad.
Ayer, antes de que Gilmar Mendes, ministro del STF, anunciara la suspensión de la medida judicial, los ministros Edson Fachin y Carmen Lúcia directamente votaron por negarlo. El ex presidente de izquierda (2003-2010), quien lanzó desde la prisión su candidatura para el que hubiera sido su tercer mandato, era el favorito de los sondeos hasta que la justicia lo proscribió a fin de agosto. Para los defensores del expresidente, Moro condenó a Lula con el objetivo de impedir su elección y acceder así al cargo de ministro en el futuro gobierno de Bolsonaro. Mediante un comunicado, los juristas explicaron que el hábeas corpus busca conseguir la nulidad del proceso y la libertad de su defendido. “Lula es víctima de una verdadera cacería judicial por parte de un agente togado que utilizó indebidamente expedientes jurídicos para perseguir políticamente a un ciudadano, buscando anular, una por una, sus libertades y derechos”, denunciaron. Además, recalcaron que Moro usó el caso con fines políticos: “durante la campaña electoral mantuvo contacto con la cúpula del candidato Bolsonaro y durante ese período también estuvo frente al proceso contra Lula, quien hasta agosto lideraba las encuestas de intención de voto.”
El recurso fue analizado por el segundo grupo del Supremo Tribunal Federal (STF), integrado por los jueces Edson Fachin, Ricardo Lewandowski, Carmen Lúcia Antunes Rocha, Gilmar Mendes y Celso de Mello. Sin embargo, ya la semana anterior la fiscal general de la República, Raquel Dodge, se pronunció en contra de la concesión de este hábeas corpus, argumentando que sus argumentos eran infundados. “Cuando profirió la sentencia (...) Sergio Moro no podía imaginar que, más de un año después, sería llamado para ser ministro de Justicia del presidente electo”, escribió Dodge.
La sesión de ayer fue interrumpida por el magistrado Gilmar Mendes, uno de los cinco miembros de la Segunda Sala, quien solicitó más tiempo para analizar el caso, lo cual está contemplado en las normas del tribunal.
En el fondo, por una vía indirecta, la suspensión dejó satisfecha a la defensa, que en el inicio de la audiencia solicitó precisamente que fuera cancelada y retomada en otra oportunidad.
El jefe del equipo de abogados de Lula, Cristiano Zanin, presentó ese pedido alegando que, a última hora de este lunes, presentó otro recurso por la libertad de su cliente complementado con unos nuevos argumentos, que no llegó a especificar. El magistrado Edson Fachin, instructor del proceso, explicó que aún no había recibido esa nueva solicitud y negó de plano la posible suspensión de la audiencia, respaldado por los jueces Carmen Lucia Antunes y José Celso de Mello. El recurso que quedó pendiente de análisis sostiene que el juez federal Sergio Moro, quien en julio de 2017 condenó a Lula en primera instancia, actuó con “parcialidad” y con unas probables “motivaciones políticas”. Según los abogados del exmandatario, esas motivaciones fueron “comprobadas” tras las elecciones de octubre de este año, ganadas por el ultraderechista Jair Bolsonaro, un férreo antagonista de Lula que anunció como futuro ministro de Justicia al juez Moro, en parte por su papel al frente a la operación anticorrupción Lava Jato. Ayer, el juez instructor Fachin comenzó a abrir el camino para el rechazo del recurso, en un voto en el que negó que pueda haber algún indicio de parcialidad o sospecha sobre la sentencia proferida por Moro. Fachin recordó que el veredicto de Moro fue dictado cuando nada llevaría a pensar que Bolsonaro ganaría las elecciones de octubre de este año y mucho menos que le ofrecerían el ministro de Justicia. La opinión de Fachin fue compartida por Carmen Lucia Antunes, que también se pronunció por negar esa apelación, pero luego siguió el turno del magistrado Mendes, quien suspendió la audiencia.
La audiencia solo será retomada una vez que Mendes se sienta en condiciones de pronunciarse sobre el recurso, para lo cual no existe un plazo legal. De todos modos, solo puede ser retomada a partir de febrero del año próximo, una vez que concluya un receso que el Poder Judicial del país comenzará el próximo 20 de diciembre. Preguntado al respecto, Moro se abstuvo de opinar. “Toda la cuestión relativa al expresidente Lula pertenece a la Justicia y no al futuro ministerio. Eso es parte de mi pasado,no tengo nada que comentar al respecto”, señaló.