El ministro de Justicia, Germán Garavano, encontró un eufemismo para justificar la legalización del gatillo fácil impulsada por el gobierno de Cambiemos y, de paso, salió a responder las críticas que su rival Elisa Carrió le hizo a esa iniciativa. Dijo que la resolución que habilita a la policía disparar sin más se trata se trata de la aplicación de la “mano justa” y que, por ende, “no debiera ser considerada violatoria de los derechos humanos”.
La categoría de “mano justa” es una combinación que hace el ministro entre la “mano dura” y la “justicia por mano propia”. La primera es la que se le cuestiona a la política del Ministerio de Seguridad y la segunda es la que interpreta que el castigo a un delincuente por fuera de la vía legal es un acto de justicia.
"Definitivamente la mano justa es más dura de lo que vino siendo los últimos diez años, donde cuando uno analiza el crecimiento del delito y el narcotráfico se ven respuestas muy bajas", evaluó el titular de la cartera judicial, quien dijo haber creado ese concepto años atrás junto con el ahora secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, y el ex funcionario porteño Diego Gorgal. “Estamos convencidos de que ese es el camino", insistió.
Además, la reinterpretación de la "mano dura" con que la administración macrista intentará suavizar el endurecimiento del accionar de las fuerzas de seguridad fue lanzada por Garavano para responderle a su rival dentro de la alianza de gobierno, Elisa Carrió, quien ayer advirtió que la nueva normativa podría ser un avance hacia “el fascismo”.
En declaraciones al diario La Nación, el ministro calificó como “válida” a la opinión de la líder de la Coalición Cívica, pero la desechó al sostener que la medida impulsada por su par Patricia Bullrich “es una reglamentación de las funciones de las fuerzas de seguridad que, en su uso adecuado, no debiera ser considerada violatoria de los derechos humanos”.
Luego, para tratar de sustentar sus dichos, Garavano dijo que “Bullrich indica expresamente que (el nuevo reglamento a favor del gatillo fácil) sigue las reglamentaciones de Naciones Unidas" y apeló a un dato: “Sobre cien delitos que se cometían en nuestro país, solo uno tenía castigo", aseguró sin citar fuente alguna.
Por otra parte, el funcionario defendió el proyecto de ley que endurece normas contra barrabravas y consideró que la iniciativa es "un paso muy fuerte hacia adelante" y dijo que "marca un consenso que hay en la sociedad de que este tipo de conductas no pueden ser permitidas, y avanza con sanciones duras, pero adecuadas”.
“Lo de la piedra (de la hinchada de River contra el micro con jugadores de Boca) no es la piedra en sí. Es como un ejemplo que da el tipo penal de algo que se usa como arma impropia. Lo que sanciona es al que ingrese a un estadio con algo que pueda ser utilizado como un arma", agregó.
De paso se la agarró con los trapitos: “La pena que menciona a los cuidacoches es la versión agravada para quien es parte de la organización delictiva y exige dinero. Es una forma de extorsión”.