El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva expresó su deseo de que Brasil vuelva a integrarse a la comunidad internacional. Durante el encuentro de partidos políticos de los Brics -grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- en Pretoria, la capital sudafricana, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, abogó por la libertad de Lula e hizo llegar una carta escrita por él desde la cárcel en la ciudad de Curitiba. En ella, el ex mandatario rescató los logros del bloque de economías emergentes, defendió el multilateralismo y dijo sentir vergüenza por el trato ofensivo que ha demostrado el presidente electo, el ultraderechista Jair Bolsonaro, hacia tantas instituciones y países amigos.
“En 2003, cuando creamos el grupo de los Brics, quince años atrás, el mundo vivía un momento de intenso diálogo e innovación en las relaciones entre los países. A pesar de las guerras y del hambre que alcanzaba a más de mil millones de personas, inclusive en Brasil, veíamos nacer nuevas iniciativas de diálogo en torno a una agenda global”, comienza Lula su misiva. El combate al hambre, la prevención del HIV y contención a sus portadores, los problemas climáticos, son algunos de los ejemplos que el exmandatario da como parte de esa agenda. “Pero lo que yo deseo resaltar es el espíritu de aquella época, no tan lejana. Valorizábamos la solidaridad, la cooperación, el respeto a la soberanía de los países. Ambicionábamos construir un orden internacional pautado por el multilateralismo y enfocado para la paz y el progreso de los pueblos”, resalta Lula.
“Quince años después, estamos presenciando retrocesos en el mundo, inclusive, y de manera mucho más grave, en mi país”, sentencia. El ex presidente brasileño menciona el ascenso de la xenofobia y la intolerancia en países de Europa, pero se detiene específicamente en Estados Unidos. “La elección de (Donald) Trump trajo a la superficie un gobierno que persigue migrantes, habla la lengua de los cañones y no tiene noción de que existe un mundo fuera de sus fronteras”, afirma y no deja escapar los lazos que tendrá el futuro gobierno de Bolsonaro con Washington y su agenda. “En Brasil, como saben, el futuro gobierno ya mostró ser no sólo aliado incondicional de Estados Unidos, sino totalmente subordinado a Trump. Su objetivo en política externa es demoler todo lo que construimos con diálogo y cooperación, en el ámbito de América Latina, con África, con los Brics y en las organizaciones internacionales”, asegura el ex presidente.
Mostrándose como un ferviente defensor del multilateralismo, Lula se lamenta que un país de las dimensiones de Brasil deje de contribuir en esa línea. “Y sentimos vergüenza por el trato ofensivo de Bolsonaro a tantas instituciones y países amigos”, afirma. Ya varios futuros ministros que asumirán sus funciones junto con Bolsonaro el próximo 1 de enero, han declarado que el Mercosur no será prioridad para su gobierno.
A pesar de los hechos que ensombrecen el presente, el ex mandatario se muestra optimista en que, dentro de los partidos políticos de los distintos países que componen los Brics, puedan seguir contribuyendo al diálogo. Tras recordar las razones de por qué se encuentra preso en la dependencia de la Policía Federal de Curitiba desde abril, Lula agradece la solidaridad recibida y envía saludos a los presentes. “Deseo que aprovechen bien este encuentro, que hagan un buen diálogo. Estoy seguro de que un día Brasil volverá a integrarse plenamente a los Brics y a la comunidad internacional”.