Un empresario de la construcción, Roberto Fernández Montes, cuya desaparición había sido denunciada por sus familiares el domingo pasado, fue hallado calcinado y partido en dos, el domingo a la vera de un camino rural del barrio Santa Anita, a unos dos mil metros de la ruta nacional 3, en el partido bonaerense de Cañuelas. Por el crimen fueron detenidos el yerno del empresario, Santiago Corona, y un ex empleado de la víctima, César Arce López. Corona se había mostrado afligido y colaborador en la búsqueda de su suegro. Hasta que los investigadores analizaron los videos del edificio donde vivía la víctima: se puede ver a los dos detenidos al cargar y retirar del ascensor un bulto envuelto en un acolchado ensangrentado, luego depositarlo en el auto de una de las hijas de la víctima, estacionado en el garage, y que más tarde apareció quemado en Almirante Brown. Según la pareja del empresario, Fernández Montes había descubierto que su yerno lo había estafado en más de un millón de pesos.
Según los investigadores, Fernández Montes, un empresario español dueño de la empresa Mini Vial, dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción, fue asesinado el sábado en su departamento de la calle Juan F. Aranguren a metros de Río de Janeiro, en el barrio de Caballito.
Lo insólito es que los dos detenidos por el crimen, Santiago Corona –yerno de la víctima (casado con la hija mayor y, padre de dos hijos de 1 y 2 años) y que trabajaba como administrativo en la empresa de la víctima–, y César Ricardo Arce López, quien había trabajado para el empresario como mecánico en Mini Vial, fueron detectados por los investigadores en imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del edificio de Aranguren.
La secuencia descripta por las fuentes judiciales sostiene que el empresario salió del edificio el sábado último a las 8.42 rumbo a su trabajo. La última vez que se lo vio con vida fue cuando regresó, a las 12.09. En la secuencia se puede observar que a las 9.05 –luego de la partida de Fernández Montes–, ingresó al garaje Arce López mediante el control remoto del portón de entrada. Luego se lo ve subir con las llaves del departamento de la víctima, hasta el quinto piso. A las 12.09, como se señaló antes, regresó el empresario.
A las 12.54, 45 minutos después de la llegada de Fernández Montes, ingresó al edificio su yerno, quien en las imágenes se lo veía con unos guantes de látex colocados. Para entrar, Corona recibió las llaves que le arrojó Arce López por el balcón.
Treinta y cuatro minutos después, a las 13.28, el yerno salió del ascensor a dar un vistazo al garaje, y tres minutos después apareció junto a Arce López cargando un acolchado ensangrentado que envolvía un bulto, que colocaron en el baúl de un Suzuki Fun negro, propiedad de una de las hijas de la víctima y a bordo del cual se retiraron del lugar.
“Tenemos grabados en varias cámaras de alta definición en los palieres, en el garaje y hasta en el ascensor cómo estos dos hombres manipulan el cadáver envuelto en un cubrecamas, que se ve ensangrentado”, explicó una fuente judicial.
El Suzuki finalmente apareció quemado el lunes, en el barrio 9 de Abril del partido bonaerense de Almirante Brown.
A todo esto, el domingo fue hallado un cuerpo completamente calcinado y separados en dos partes (cabeza y torso por un lado, y pelvis y extremidades por otro), a la vera de un camino rural del barrio Santa Anita, a unos dos mil metros de la ruta nacional 3, en el partido bonaerense de Cañuelas, pero en un primer momento no pudo ser identificado debido a su estado. Según los peritos, en el lugar no se detectaron signos de incineración, lo que indica que el cuerpo, luego depositado en la morgue platense, fue quemado en otro lugar y arrojado allí. La identificación tuvo lugar ayer por la tarde en la Morgue Judicial de La Plata, al ser reconocido un rosario de acero quirúrgico que colgaba del cuello del cuerpo calcinado.
La pareja de la víctima, María del Carmen Liñeira, reveló que Corona fingió estar preocupado y se sumó a su búsqueda antes de saber que había sido filmado por las cámaras de seguridad del edificio y quedar preso. La mujer sostuvo que el yerno había estafado a su pareja en la empresa en más de un millón de pesos, aunque ésta no se animaba a denunciarlo porque era el marido de su hija, y el padre de sus dos únicos nietos, de 1 y 2 años.
“Este individuo, esta mala persona, aparece con la hija (de la víctima) como si no hubiese pasado. Nos decía ‘calmense’, ‘estén tranquilas’ y a mí me dijo: ‘Maru, seguime con tu auto que hacemos el camino hasta el galpón’”, donde trabajaba, relató la mujer. “El sábado hablé como siempre con él y a eso de las doce me dijo ‘mami, me voy a bañar, como algo y voy para tu casa’. Como no venía y no atendía el celular, a eso de las seis de la tarde me fui en mi auto hasta la casa de él. Creí que le podía haber pasado algo porque hace seis o siete años tuvo un infarto”, explicó la mujer. Vio el portón del garaje abierto y el auto de la hija menor, que vivía con él, que no estaba. “Llamé a las hijas, vinieron desesperadas y este individuo aparece con la mayor, como si no hubiese pasado nada. En la casa no vimos nada raro, hasta que la hija mas chica, que vive con él, se da cuenta de que faltan las sábanas de la cama”, agregó la mujer. El domingo, radicaron la denuncia. Y ayer, tras el reconocimiento y la detección de los videos, el juez Hernán López ordenó las dos detenciones.
La mujer agregó que un día el empresario recibió una citación de AFIP por una deuda; luego descubrió que los camiones y los empleados no estaban asegurados. Investigó un poco más y comprobó que su yerno había pedido varios créditos y que esos montos los fue derivando a su cuenta personal. Con esos datos armó una carpeta que dejó en manos de su pareja. Ahora ella sostiene que lo mataron buscando esa carpeta.