El mínimo no imponible de Ganancias será el año próximo de 38.301,85 pesos de salario de bolsillo neto para solteros y de 50.667,76 pesos para casados con dos hijos. Estos montos reflejan un aumento de 28,29 por ciento de los pisos actuales, el cual se desprende de la actualización anual a octubre del Índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte). La actualización del mínimo se ubicará al menos 20 puntos por debajo de la inflación estimada para el cierre de este año, que será cercana al 50 por ciento, e impactará principalmente en aquellos pocos sectores en los que las paritarias lograron romper el techo del 30 por ciento, como los trabajadores comercio, bancarios, camioneros y químicos, entre otros. En estos casos se espera que haya un aumento en la cantidad de empleados alcanzados por el impuesto, pero se compensaría con una disminución de aquellos que tuvieron una paritaria inferior y los trabajadores despedidos. “Los que lograron compensar algo de la pérdida de poder adquisitivo este año, esa recomposición ahora se la lleva Ganancias”, señaló a este diario Hernán Letcher, titular del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Desde que asumió Cambiemos la cantidad de trabajadores en relación de dependencia que paga Ganancias creció 53 por ciento hasta los 1.638.433 empleados.
Cada vez más lejos de la promesa de campaña de que ningún trabajador pagará Ganancias por su salario, el Gobierno logró en tres años duplicar la cantidad de asalariados en relación en dependencia alcanzados por este impuesto. En 2015 tributaron por Ganancias en total 1.071.734 trabajadores en relación de dependencia, mientras que al año siguiente esa cifra aumentó a 1.366.902 y en 2017 volvió a crecer hasta 1.757.008. “Las cifras a octubre evidencian que 1.939.994 contribuyentes pagan Ganancias, de los cuales 1.638.433 corresponden a trabajadores en relación de dependencia, lo que representa un aumento de 566.699 respecto de hace tres años”, explicó a este diario Adrián Caneto, ex director de Negociación Colectiva del Ministerio de Trabajo.
La cantidad total de contribuyentes alcanzados fue de 750.652 personas (había 1.189.342 en 2015), según el informe que presentó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el Senado el año pasado. El resultado de tres años de macrismo es que el porcentaje de empleados que pasó a pagar este impuesto se elevó del 13 a 20 por ciento sobre el total de los trabajadores formales. “Siempre tuvimos como iniciativa establecer un corte en el universo de empleados registrados para que el porcentaje de los trabajadores que paguen Ganancias no supere el 10 por ciento”, agregó a Página/12 el ex funcionario.
El año próximo comenzará a regir la actualización del mínimo no imponible a partir de un ajuste del 28,29 por ciento del Ripte. Ese indicador se utiliza para actualizar una vez por año el mínimo no imponible y las deducciones del impuesto a las Ganancias del año siguiente. La Secretaría de Seguridad Social actualizó ayer su informe con el dato correspondiente a octubre, que arrojó una mejora mensual de 5,2 por ciento y de 28,29 en términos interanuales. Con este dato se computa el piso de Ganancias, que pasará para un soltero o soltera sin hijos de los 29.855,68 pesos actuales a 38.301,85 (46.146 pesos de ingreso bruto) desde enero. En el caso de casados con dos hijos el mínimo se traslada de 39.494,71 a 50.667.76 pesos (61.046 en términos brutos). En ambos casos incluyendo el proporcional del salario complementario anual o aguinaldo. También se computan otros cobros adicionales, como el bono de fin de año.
El cálculo se basa en que el mínimo de todo el año pasará de 388.123,88 pesos de este año a 497.924 pesos en 2019, sobre lo que se podrán aplicar las deducciones que aumenten ese piso. Para cada hijo menor de 18 años la deducción aumenta de 31.461 a 40.361 pesos anuales. La deducción por cónyuge pasará a 80.034 pesos, siempre que no cuente con un ingreso anual superior a 85.848 en todo el año (6603 pesos por trece meses contando aguinaldo). En el caso de los autónomos, este año tributan a partir de los ingresos que superan los 200.753 pesos y pasará a 257.546 a partir de enero del año próximo.
El impacto de la acotada suba del piso a partir del cual un contribuyente es alcanzado por el impuesto recaerá principalmente en aquellos sectores que lograron una mejor recomposición de sus ingresos frente a una inflación que rondará el 50 por ciento. El promedio de los salarios del sector registrado acumula en los últimos doce meses un aumento de 24,4 por ciento medido a septiembre, como consecuencia del incremento de 25,3 del sector privado registrado y de 23 del sector público, según el informe del Indec. “No va a haber grandes cambios en el número. Probablemente el Ripte tenga una variación un poco por encima respecto de los aumentos de salarios que se den en el marco de la renegociación de algunas paritarias pero va a ser marginal”, señaló Letcher.