Meng Wanzhou, la directora financiera del gigante de comunicaciones chino Huawei, detenida la semana pasada en Vancouver por pedido de Estados Unidos, se presentó ayer ante un juez canadiense que establecerá el calendario de su posible extradición. Según comunicó el tribunal, la ejecutiva financiera enfrenta cargos por fraude en Estados Unidos, motivo por el que Washington pide su arresto. Las autoridades estadounidenses afirman que Huawei violó las sanciones impuestas contra Irán a través de Skycom, una compañía que el gigante chino de la electrónica asegura que es independiente. Ayer, el tribunal sumó un dato más a la causa: Wanzhou se dirigía hacia México al momento de ser arrestada. 

El arresto de Wanzhou, de 46 años, pocos días después del anuncio de una tregua en la guerra comercial entre Pekín y Washington, enfureció a las autoridades chinas que de inmediato exigieron su liberación. “Exigimos a ambas partes (Canadá y Estados Unidos) que nos proporcionen aclaraciones lo antes posible sobre los motivos de esta detención”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang. El funcionario pidió la liberación inmediata de Wanzhou, hija de Ren Zhengfei, fundador de Huawei en 1987 y ex miembro del ejército chino. En caso de ser liberada, Wanzhou deberá permanecer en un lugar privado y bajo monitoreo electrónico hasta que se tome una decisión sobre su extradición, según afirmó el diario canadiense Globe and Mail. El proceso que depende de un acuerdo bilateral entre Estados Unidos y Canadá puede demorar meses o incluso años para ser exitoso debido a las muchas posibilidades de apelación. La decisión final será del Ministro de Justicia de Canadá, agrega el matutino. 

Ante las críticas de China, país con el que Canadá intenta fortalecer los lazos comerciales, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró que la decisión de arrestar a la ejecutiva china fue tomada sin ninguna intervención política desde Ottawa. “Fuimos avisados del procedimiento judicial algunos días antes del arresto. No he hablado con mis colegas chinos sobre esto”, reconoció Trudeau. Según afirmó el asesor de seguridad nacional de EE.UU, John Bolton, la Casa Blanca también fue informada sobre el arresto ocurrido el mismo día en que el presidente Donald Trump estaba cenando con su homólogo Xi Jinping. La reunión del sábado entre los presidentes de Estados Unidos y China terminó con el anuncio de una tregua en la guerra comercial chino-estadounidense.

La prensa china, por su parte, denunció ayer la actitud de bandido de los Estados Unidos. Varios medios afirman que EE.UU pretende detener las ambiciones tecnológicas del país asiático. “Claramente, Washington está utilizando esta miserable actitud deshonesta porque no puede detener el progreso de Huawei en el mercado 5G”, denuncia el diario Global Times. Los productos de Huawei son utilizados por operadores telefónicos de todo el mundo, incluidos Europa y África. Pero el grupo está experimentando contratiempos en los Estados Unidos, donde se le prohibió participar en proyectos de infraestructura por razones de seguridad nacional y por temores de espionaje de Pekín.

Las inseguridades también se expandieron a Europa: el vicepresidente de la Comisión Europea, Andrus Ansip, dijo ayer que la Unión Europea tenía buenas razones para preocuparse por los riesgos que empresas de tecnología chinas como Huawei representaban para la seguridad. El gigante chino se mostró sorprendido y decepcionado por las palabras de Ansip. “Huawei está sorprendido y decepcionado por los comentarios” explicó el grupo chino en un comunicado. “Rechazamos categóricamente cualquier alegación de que podamos constituir una amenaza para la seguridad” añadió.

Según la prensa japonesa, Tokio también tomará medidas con Huawei. A partir de este lunes podría prohibir el uso gubernamental de dispositivos de telecomunicaciones fabricados por la empresa en cuestión pero también por ZTE. Esta medida surgiría después de que Estados Unidos le pidiera a sus aliados que no usen productos tecnológicos chinos por temores a un ciberataque. 

En medio de la tregua comercial entre las dos potencias, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow intentó despejar dudas sobre una posible afectación de lo acordado la semana pasada en el G-20. “Las dos cosas van por caminos separados. No creo que vaya contagiar las conversaciones comerciales. Por el momento, lo dudo”, subrayó Kudlow en una entrevista en la cadena CNBC. El asesor económico destacó además que no se puede eludir la ley en cuestiones de seguridad nacional: “no puedes quebrar la ley. Si quiebras la ley estadounidense, quiebras la ley canadiense, tienes que pagar las consecuencias por ello. Eso ocurrió con otras compañías, y seguirá siendo así. Son temas de seguridad nacional.” 

Tras el encuentro de Argentina, Trump y Xi acordaron darse 90 días para solventar sus diferencias comerciales, un periodo en el que el EE.UU. aceptó dejar en el 10 por ciento los aranceles a productos chinos por valor un de 200.000 millones de dólares a partir del 1 de enero de 2019, y no subirlos, por ahora, al 25 por ciento, como estaba previsto. Pese a la positiva reacción inicial de los mercados ante el anuncio del acuerdo, la falta de concreción sobre los compromisos alcanzados y el caso de Meng han alimentado el nerviosismo y provocado que los mercados hayan encadenado varias jornadas de pérdidas.@Meng Wanzhou, la directora financiera del gigante de comunicaciones chino Huawei, detenida la semana pasada en Vancouver por pedido de Estados Unidos, se presentó ayer ante un juez canadiense que establecerá el calendario de su posible extradición. Según comunicó el tribunal, la ejecutiva financiera enfrenta cargos por fraude en Estados Unidos, motivo por el que Washington pide su arresto. Las autoridades estadounidenses afirman que Huawei violó las sanciones impuestas contra Irán a través de Skycom, una compañía que el gigante chino de la electrónica asegura que es independiente. Ayer, el tribunal sumó un dato más a la causa: Wanzhou se dirigía hacia México al momento de ser arrestada. 

El arresto de Wanzhou, de 46 años, pocos días después del anuncio de una tregua en la guerra comercial entre Pekín y Washington, enfureció a las autoridades chinas que de inmediato exigieron su liberación. “Exigimos a ambas partes (Canadá y Estados Unidos) que nos proporcionen aclaraciones lo antes posible sobre los motivos de esta detención”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang. El funcionario pidió la liberación inmediata de Wanzhou, hija de Ren Zhengfei, fundador de Huawei en 1987 y ex miembro del ejército chino. En caso de ser liberada, Wanzhou deberá permanecer en un lugar privado y bajo monitoreo electrónico hasta que se tome una decisión sobre su extradición, según afirmó el diario canadiense Globe and Mail. El proceso que depende de un acuerdo bilateral entre Estados Unidos y Canadá puede demorar meses o incluso años para ser exitoso debido a las muchas posibilidades de apelación. La decisión final será del Ministro de Justicia de Canadá, agrega el matutino. 

Ante las críticas de China, país con el que Canadá intenta fortalecer los lazos comerciales, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró que la decisión de arrestar a la ejecutiva china fue tomada sin ninguna intervención política desde Ottawa. “Fuimos avisados del procedimiento judicial algunos días antes del arresto. No he hablado con mis colegas chinos sobre esto”, reconoció Trudeau. Según afirmó el asesor de seguridad nacional de EE.UU, John Bolton, la Casa Blanca también fue informada sobre el arresto ocurrido el mismo día en que el presidente Donald Trump estaba cenando con su homólogo Xi Jinping. La reunión del sábado entre los presidentes de Estados Unidos y China terminó con el anuncio de una tregua en la guerra comercial chino-estadounidense.

La prensa china, por su parte, denunció ayer la actitud de bandido de los Estados Unidos. Varios medios afirman que EE.UU pretende detener las ambiciones tecnológicas del país asiático. “Claramente, Washington está utilizando esta miserable actitud deshonesta porque no puede detener el progreso de Huawei en el mercado 5G”, denuncia el diario Global Times. Los productos de Huawei son utilizados por operadores telefónicos de todo el mundo, incluidos Europa y África. Pero el grupo está experimentando contratiempos en los Estados Unidos, donde se le prohibió participar en proyectos de infraestructura por razones de seguridad nacional y por temores de espionaje de Pekín.

Las inseguridades también se expandieron a Europa: el vicepresidente de la Comisión Europea, Andrus Ansip, dijo ayer que la Unión Europea tenía buenas razones para preocuparse por los riesgos que empresas de tecnología chinas como Huawei representaban para la seguridad. El gigante chino se mostró sorprendido y decepcionado por las palabras de Ansip. “Huawei está sorprendido y decepcionado por los comentarios” explicó el grupo chino en un comunicado. “Rechazamos categóricamente cualquier alegación de que podamos constituir una amenaza para la seguridad” añadió.

Según la prensa japonesa, Tokio también tomará medidas con Huawei. A partir de este lunes podría prohibir el uso gubernamental de dispositivos de telecomunicaciones fabricados por la empresa en cuestión pero también por ZTE. Esta medida surgiría después de que Estados Unidos le pidiera a sus aliados que no usen productos tecnológicos chinos por temores a un ciberataque. 

En medio de la tregua comercial entre las dos potencias, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow intentó despejar dudas sobre una posible afectación de lo acordado la semana pasada en el G-20. “Las dos cosas van por caminos separados. No creo que vaya contagiar las conversaciones comerciales. Por el momento, lo dudo”, subrayó Kudlow en una entrevista en la cadena CNBC. El asesor económico destacó además que no se puede eludir la ley en cuestiones de seguridad nacional: “no puedes quebrar la ley. Si quiebras la ley estadounidense, quiebras la ley canadiense, tienes que pagar las consecuencias por ello. Eso ocurrió con otras compañías, y seguirá siendo así. Son temas de seguridad nacional.” 

Tras el encuentro de Argentina, Trump y Xi acordaron darse 90 días para solventar sus diferencias comerciales, un periodo en el que el EE.UU. aceptó dejar en el 10 por ciento los aranceles a productos chinos por valor un de 200.000 millones de dólares a partir del 1 de enero de 2019, y no subirlos, por ahora, al 25 por ciento, como estaba previsto. Pese a la positiva reacción inicial de los mercados ante el anuncio del acuerdo, la falta de concreción sobre los compromisos alcanzados y el caso de Meng han alimentado el nerviosismo y provocado que los mercados hayan encadenado varias jornadas de pérdidas.