La canasta de bienes y servicios de vacaciones de verano se encareció un 55 por ciento en 2018 frente al año pasado, calculó el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav. En el informe se presenta una “canasta gasolera de veraneo” que incluye pasajes en micro semi-cama y el alquiler de un departamento durante una semana. La canasta selectiva incluye pasajes en micro cama y el alquiler de una cabaña, mientras que la premium, un pasaje de avión y la estadía en un hotel 4 estrellas. Además, las tres canastas tienen en cuenta los gastos en comida y en salidas recreativas. La canasta gasolera con destino a Mar del Plata subió en el último año un 57 por ciento y acumula desde 2015 un incremento del 180 por ciento.
“Si bien los datos estadísticos confirman una fuerte contracción de la economía, con caída de ventas minoristas en todos los rubros, los precios de los pasajes de transporte, combustibles, alquileres, hoteles, restaurantes y espectáculos muestran aumentos de precios muy significativos”, dicen los economistas de la Undav. Según los números del informe, una canasta vacacional representaba en 2015 alrededor de un salario promedio, mientras que en la actualidad se necesita 1,3 salario para afrontarla. Los aumentos en los combustibles, de casi el 80 por ciento en el curso del último año, es uno de los factores que más incide en el incremento de la canasta vacacional.
“Esta situación está modificando la conducta de los veraneantes. El ajuste de las vacaciones incluye viajar menos tiempo; elegir destinos más baratos, hospedaje y pasajes más económicos y resignar gustos durante la estadía. La tendencia es a vacacionar por menores períodos frente a la tradicional quincena o mes completo”, cierra el informe.