El ángel negro 

(Camila Torre Notari / Maten al mensajero)

Quienes despreciaban la historieta autobiográfica a comienzos de este siglo odiarán El ángel negro. Y quizás ese es motivo más que suficiente para recomendar este libro. Torre Notari es una cultora del slice of life de bajo perfil. En general su obra es de una cotidianeidad tan cercana que desconcierta. Es sencilla, cálida, risueña. Aquí cuenta la adopción de un gato y su incorporación a la familia. Una premisa de simpleza desconcertante que la autora se encarga de contar con pulso impecable. Lo llamativo es que jamás se corre de ese registro. Y mientras el lector está esperando que el felino protagonista viva grandes aventuras, pasa lo que pasa: la vida.


Moonshine vol.1 

(B. Azzarello y E. Risso / Historieteca Editorial / Puro Cómic Ediciones)

La dupla de 100 Balas se reúne  para hacer lo que mejor sale de su tándem: una historia oscura que combina policial, mafia y ahora, elementos sobrenaturales  en un ambiente rural. Lealtades familiares que vienen y van, acciones emprendidas con el acicate del miedo y los años de la Ley Seca en Estados Unidos se combinan en sangre y plenos negros, una de las especializades de Risso. Su labor, en este punto, es superlativa. Y logra capturar muy bien la confusión del protagonista (algo que se dispara en los tiroteos) mientras mantiene la narrativa clara. Hay, además, un pequeño homenaje/cameo de Fulú, una de sus grandes obras.


Terra Australis 

(Agustin Graham Nakamura / Pictus)

Mezcla de road movie, película de acción con elementos de ciencia ficción y policial conspiranoico, Terra Australis es la segunda novela gráfica de Nakamura. Aquí confirma su talento descomunal para plantear secuencias sin fisuras, su formación de dibujo redondeada en Japón y su predilección por historias con autos, armas de fuego y explosiones. Pero quienes esperen algo más que una aventura de este tipo, van mal encaminados. El autor no propone reflexiones sobre la violencia, ni sobre Gendermería al servicio de intereses privados. Terra Australis es como una hamburguesa exquisita. Llena la panza, es realmente sabrosa, pero no es más que una hamburguesa.


Matérniti 

(Clara Lagos / Maten al mensajero)

La humanidad lleva un millón de años reproduciéndose y, aún así, la llegada de un nuevo niño es una aventura. Es, a la vez, lo previsible y lo impredecible. Y Matérniti refleja eso. Lagos forma parte de la generación de fanzineros de fines de los ‘90 y no es la primera de esa camada que dedica un libro a la experiencia. Su virtud es evitar la postal solemne y edulcorada tanto como la pontificación pedagógica, tan habitual en los “grupos de mamis”. Y cuando todo eso aparece, es para reírse. Como de las cosas que en su momento lo fueron todo y ahora se ven risueñas. El estilo gráfico de Lagos es perfecto: tierno, pero con un punto indeleble de picardía.