La Comisión de Ecología decidió pasar a un cuarto intermedio hasta mañana para continuar tratando el polémico megaproyecto inmobiliario en la manzana 125 (Córdoba, Corrientes, Rioja y Paraguay) donde funciona actualmente una playa de estacionamiento. Hace unos días, la comisión que preside el concejal Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario) recibió el informe de factibilidad ambiental encargado al Ejecutivo y que elaboró una consultora dando el visto bueno al proyecto para construir tres torres, locales comerciales y cocheras subterráneas en el microcentro de la ciudad. Desde Ciudad Futura presentarán una contrapropuesta para bajar los metros máximos de construcción en altura y cambiar el régimen de compensaciones. De la reunión participaron integrantes del Taller Ecologista, que juntaron más de 4 mil firmas de vecinos para frenar la iniciativa del constructor Aldo Lattuca. Desde la organización ambientalista cuestionaron el estudio de impacto ambiental por considerarlo "imparcial", y reclaman una audiencia pública para debatir el tema.
El megaproyecto, que ya tuvo despachos favorables en las comisiones de Planeamiento y Gobierno, siguió debatiéndose ayer en la Comisión de Ecología que preside Miatello e integran Eduardo Toniolli (PJ), Pablo Javkin (Creo), Juan Monteverde (Ciudad Futura), Verónica Irízar (PS), Celeste Lepratti (FSyP) y Carlos Cardozo (Cambiemos).
Tras escuchar las posiciones de los concejales, Miatello decidió pasar la reunión de la comisión a un cuarto intermedio hasta mañana a las 9. Si bien la intención es avanzar con el tema para intentar tratarlo el jueves en la última sesión del año, Miatello dijo que "algunos concejales plantearon que si no se podía llegar a un acuerdo, tampoco era el fin del mundo porque en febrero estaremos otra vez en sesiones".
El concejal Monteverde cuestionó el estudio de impacto ambiental. "Se necesita contar con un proyecto concreto, que defina entre otras cuestiones cuánta gente va a vivir en ese lugar", dijo el edil, para luego anticipar que Ciudad Futura presentará una contrapropuesta que baja los metros máximos de construcción en altura, y además cambia el régimen de compensaciones. En ese sentido, el edil señaló: "Agregar locales comerciales no es una compensación. La planta baja debe ser de uso público y aparte hay que discutir la compensación económica".
Por su parte, el concejal Toniolli señaló que "las compensaciones deben favorecer a la ciudad en otros barrios o sectores más postergados, sumado a que el emprendimiento privado debe mantener armonía con el entorno". El edil justicialista agregó: "No estamos dispuestos en avanzar y superar la normativa de altura que se prevé en calle Corrientes".
"No debería definirse a las apuradas en lo que queda del año y sin que haya alguna instancia de consulta y participación ciudadana", planteó Mirko Moskat, referente del Taller Ecologista. La organización promovió una junta de firmas -ya recolectaron más de cuatro mil- para oponerse al proyecto. "Además estuvimos en la zona del proyecto y charlamos con vecinos y comerciantes. Tuvimos bastante eco en los planteos que hicimos, en general hay preocupación en términos del impacto que va a generar durante el período de obra, y también por la mayor congestión vehicular en el centro", afirmó Moskat.
Respecto al informe de factibilidad ambiental enviado por la secretaría de Planeamiento, Moskat consideró que es "muy pobre y poco imparcial, de entrada expresa una postura muy favorable al proyecto, por momentos con enunciados que parecen casi una publicidad, y no aborda muchos de los temas que a nuestro entender son críticos", observó.
Consultado sobre la posibilidad de que ingresen contrapropuestas para avanzar con el megaproyecto, el referente del Taller Ecologista dijo que "si hay voluntad del Ejecutivo y de la empresa de ceder en algunas cuestiones, posiblemente sí, pero sobre todo si se discute el tema de las alturas y los metros cuadrados que pretenden construir, allí está la clave y por ahí se derivan las mayores críticas".