El 22 de abril de 2016, en horas de la tarde, la comisaría 20° de Empalme Graneros fue noticia porque mientras los chicos de una escuela lindera salían del establecimiento, los detenidos empezaron un motín. Al menos esa fue la versión que se dio a conocer, y se habló de quema de colchones por parte de los internos. Sin embargo, ayer en el Centro de Justicia Penal se conoció la otra cara de la historia, por la que once policías irán a juicio, con pedido de penas de 8 a 12 años de prisión. Según la acusación de la fiscal Karina Bartocci, los efectivos comenzaron con agresiones a uno de los internos y se desató el motín que terminó con los presos desnudos en el patio de la seccional, bajo amenaza de ser empalados. Los juzgarán por los delitos de torturas y vejaciones.

"Conmoción en Empalme Graneros por un motín en una comisaría que está al lado de una escuela"; "Motín y quema de colchones en la comisaría 20°", "Reclusos armaron una revuelta", rezan los titulares de aquella jornada. El hecho se dio a conocer así y se habló de una supuesta protesta por hacinamiento, por traslados o por una pelea entre presos, según las diferentes crónicas.

La cuadra de Carrasco al 2500 tuvo momentos de dramatismo y conmoción, porque el supuesto motín coincidió con la salida de los alumnos de la escuela San Luis Gonzaga, del turno tarde.

Sin embargo, ayer se conoció en Tribunales que once efectivos terminaron imputados por ese suceso. El delito: torturas. La fiscal Bartocci señaló que "se cometieron excesos, lesiones y golpes contra los internos". Todo comenzó cuando Brian R. fue esposado a los barrotes de la celda durante dos horas, tiempo en el que recibió golpes en la mano que tenía quemada desde el día anterior. Al parecer, los policías le pedían al resto de los detenidos que también lo golpearan. Ese fue el hecho previo al motín que se inició con una quema de colchones.

Pasadas las 17, con la presunta intención de controlar el motín, los presos recibieron "bastonazos, los hicieron desnudar en el patio para una supuesta requisa y les dieron una golpiza con palos en todo el cuerpo. Al mismo tiempo, los hicieron colocarse unos arriba de otros en el suelo, arrodillarse y les deslizaron palos bajo amenaza de introducírselos en el ano", reza la acusación.