La caída en las reservas del Banco Central continuará, por lo menos, durante los próximos quince días. La merma se detendrá recién cuando ingrese el tercer desembolso del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. “Entre Navidad y Año Nuevo”, indicaron desde el Palacio de Hacienda al señalar la fecha esperada para la transferencia de los 7600 millones de dólares del préstamo condicionado al cumplimiento de un estricto programa de ajuste y reformas. Aunque los miembros del staff del organismo multilateral dieron su beneplácito a finales del mes pasado, el Directorio Ejecutivo del FMI todavía tiene que rubricar esa evaluación para concretar la operación. Ese encuentro será dentro de ocho días.
“El desembolso ocurrirá una vez que los directores se reúnan para analizar la segunda revisión del acuerdo Stand-By”, recordaron en el organismo encabezado por Christine Lagarde ante la consulta de este diario. Horas más tarde el FMI informó en su sitio web que la reunión tendrá lugar el miércoles 19 de diciembre. Durante ese mismo convite las autoridades del Fondo tienen previsto evaluar los acuerdos de financiamiento con la República Centroafricana y Gabón. Así, el tercer desembolso se concretará, según indicaron colaboradores del ministro Nicolás Dujovne, después de la navidad. Con esa transferencia habrán llegado alrededor de 28.000 millones de dólares del Fondo, equivalentes a la mitad del crédito negociado con el organismo.
El ingreso de las divisas ofrecerá un paréntesis limitado para la caída en las reservas. En ausencia de fuentes genuinas que permiten al BCRA acumular divisas y en un escenario de creciente fragilidad financiera, los vencimientos de la deuda consumirán rápidamente los recursos prestados por el organismo internacional. “Las reservas van a seguir cayendo porque tenemos vencimientos de deuda. Además las reservas se utilizan para financiar, por ejemplo, la energía que el Tesoro importa en dólares”, indicaron desde el BCRA ante la consulta de este diario. El stock de la autoridad monetaria alcanzó ayer los 49.844 millones de dólares. La cifra representa una caída de 221 millones de dólares respecto del viernes pasado. El retroceso en las reservas alcanza los 4196 millones desde el 30 de octubre pasado cuando ingresó el anterior desembolso del FMI por 5631 millones de dólares.
La apuesta del equipo económico es que el financiamiento del FMI permita cubrir la mayor parte de los vencimientos de deuda previstos para 2019. Aunque moderadas por el ajuste recesivo del BCRA -contracción monetaria y aumento en las tasas de interés- las tensiones cambiarias representan un riesgo latente para la frágil estrategia oficial. “Con cada tramo de financiamiento del préstamo del FMI vamos a sumar reservas y entonces van a volver a caer hasta que vuelven a ingresar. Está calzado con los desembolsos. Es el financiamiento para hacer frente al programa financiero. No es un tema para preocuparse. No hay nada nuevo”, aseguran los colaboradores del banquero central Guido Sandleris.
“La deuda externa contraída en estos años y el acuerdo con el FMI serán una carga para las próximas administraciones. Una porción significativa del PBI y, en particular, de los dólares que genera el país, hoy se debe destinar al pago de la deuda externa, la cual no contribuyó a generar su propia capacidad de repago ya que se destinó a financiar partidas ociosas”, advierten los economistas Pablo Wahren, Martín Harracá y Andrés Cappa en un informe difundido ayer. “El acuerdo con el FMI implica una enorme pérdida de soberanía de la política económica porque implica acordarla de manera conjunta. Sólo en 2022 y 2023 al organismo se le deben devolver 55.000 millones de dólares”, sostienen los analistas del Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas.
@tomaslukin