La resolución que prohibió toda actividad política partidaria en las escuelas bonaerenses –incluidas las asambleas y jornadas de debate- sigue sumando críticas. Al repudio de los gremios docentes, se suma el de funcionarios de Educación de distintos municipios. Para Silvina Gvirtz, secretaria de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas de La Matanza, la resolución firmada por el ministro Finocciaro es “vergonzosa” y significa un “retroceso enorme en la vida democrática”. 

“La prohibición me parece vergonzosa y un problema. Cómo van a hacer los centros de estudiantes, que son parte de la vida escolar, para poder reunirse y debatir sus ideas, cómo van a hacer los docentes para debatir sus problemas gremiales fuera del horario de clase”, cuestionó Gvirtz y sostuvo que más que considerar a la escuela como un lugar sagrado, como afirma la nueva disposición, la escuela tiene que ser considerada “un lugar para aprender y formarse, para ser buenos ciudadanos, para tener un pensamiento crítico y no como una iglesia”.

Además de prohibir las actividades políticas, la resolución publicada el pasado lunes 16 veda las actividades con connotaciones raciales o que afecten los principios constitucionales y aquellas en donde se comercialicen bebidas alcohólicas o tabaco y se realicen juegos de azar.

“Las cooperadoras siempre organizaron actividades como bingos, loterías y festivales para recaudar plata para la escuela y ya no lo van a poder hacer más porque también lo prohibieron”, aseguró la funcionaria, que también cuestionó la legalidad de dicha resolución. “Los que definen la utilización del espacio escolar fuera del horario de clases son los Consejos Escolares, órganos electos por el pueblo. Esta medida les saca una atribución a los Consejos y se la al ministro”, sostuvo Gvirtz.

La pedagoga reforzó la importancia del espacio público escolar para las comunidades locales para realizar diferentes actividades y evitar que los chicos estén en la calle. “El ministro dijo que esta medida es para ‘recuperar la normalidad’ en los espacios escolares, pero es erróneo creer que en la escuela no existe la política; la no política no existe. Durante la dictadura había carteles que decían el silencio es salud y el silencio no es salud. Lo son la disidencia y el debate”, afirmó la funcionaria, para quien esta discusión tapa “la falta de políticas educativas concretas para mejorar el aprendizaje de los chicos”.