Puede que hayan tardado ¡130 años! en notar cuán desajustada estaba la balanza de género en sus contenidos, pero finalmente sucedió, y ahora el Financial Times –histórico diario británico especializado en negocios y economía– se está rompiendo el marote para equilibrar el balancín con propuestas innovadoras. La última, de tinte tecno, es prueba viva: la publicación ha desarrollado e implementado un programa informático que analiza todos y cada uno de los artículos del día, para advertir automáticamente a sus autores y editores si en la nota se citan a demasiados hombres, a demasiadas pocas mujeres. La intención de la chicharra es clara: buscan que lxs periodistas dejen de excluir a voces femeninas expertas, las incluyan en los textos, les den más espacio en el abordaje de tópicos que históricamente han sido monopolio del club de chicos (justamente los negocios y la economía). “Este programa, este bot, procesa el uso de pronombres y nombres propios para avisar instantáneamente a cada sección si en un artículo se han usado demasiadas fuentes masculinas. Básicamente, es un modo de hacer notar a los editores que no están haciendo lo suficiente para que las mujeres tengan presencia en las historias”, explica The Guardian sobre un proyecto que, por su inmediatez, permite que se corrijan las notas raudamente, se incluyan voces minoritarias, conforme pretende la iniciativa.
Al parecer, han necesitado sumar herramienta tecno para que –a modo de constante recordatorio– les machaque lo que salta a la vista: después de todo, según números arrojados por el propio Financial Times, apenas el 21 por ciento de las personas citadas en sus notas son mujeres. Ojo: el bot avisa pero no impide la publicación de la nota. Su objetivo es animar a que las plumas del diario cedan más espacio al universo femenino experto en economía y finanzas, al igual que otros tópicos de interés general cubiertos en sus páginas. De hecho, según datos del periódico, las mujeres están bastante bien representadas en artículos sobre el sistema de salud británico, la inmigración, la regulación de la tecnología en la Unión Europea; no así en otros temas (por caso, industria petrolera, comercia, bancos).
Vale decir que la decisión de desarrollar el bot no solo es política: es también económica. “El 80 por ciento de nuestros suscriptores son hombres. Si el diario quiere continuar creciendo, ganando abonados digitales, necesitamos atraer al público femenino. Y acorde a nuestros estudios internos, las lectoras son renuentes a involucrarse con notas donde solo hablan hombres. Si bien reconocen que nuestros contenidos pueden resultarles útiles, encuentran que el tono y la voz de los artículos no necesariamente las representan, no se sienten identificadas. Y ese es un problema que necesitamos resolver”, ofrece la periodista Renée Kaplan, a cargo del área Audience Engagement del Financial Times. Cuenta, de hecho, que meses atrás realizaron una encuesta entre lectoras, les preguntaron: “Si este periódico fuese una persona, ¿cómo se la imaginarían?” La respuesta, unánime, no se hizo esperar: “Como un hombre blanco, de cierta edad”. “No solo no es la imagen que queremos dar: en un mundo en el que más del 50 por ciento es femenino, también es una oportunidad comercial”, subraya Kaplan.
En un comunicado oficial, el mismo diario lo ha hecho explícito al decir que la herramienta es un paso más en su búsqueda por sumar mujeres lectoras. “Diversas investigaciones muestran una correlación positiva entre los artículos que incluyen citas de especialistas femeninas y tasas más altas de participación de lectoras”, advierte la publicación, que recientemente ha puesto en marcha otras iniciativas que apuntan a la misma dirección. Finalmente, She Said He Said, como han bautizado al bot, llega tras el proyecto Janet Bot, que monitorea el número de fotos de mujeres que aparecen en la página de inicio del periódico, amén de que se ilustren más artículos con personajes femeninos...
Claro que el problema excede, por mucho, a este medio británico. Un reciente estudio en UK, de hecho, destacó la lamentable falta de profesionales mujeres en los puestos gerenciales de los diarios (apenas un 34 por ciento); también escribiendo artículos de primera plana (solo el 25 por ciento). La misma investigación, realizada por la organización Women in Journalism, echó luz sobre el tipo de notas que generalmente son asignadas a las mujeres periodistas: las famosas historias “blandas” (realeza, espectáculos, salud), mientras sus colegas varones cubren noticias duras (crimen, política, economía). El panorama general en el Viejo Continente tampoco es alentador: acorde al European Journalism Observatory, solo el 23 por ciento de las notas en diarios y portales europeos están firmadas por una mujer, y apenas el 15 por ciento de las imágenes que ilustran artículos muestran a mujeres. En Argentina, alcanza con leer las cifras que publica diariamente vía Twitter @columnistOs, bot que analiza la participación de columnistas mujeres en los principales diarios nacionales, para saber que el asunto es similar, sino peor...
Cabe destacar que, entre sus variopintas iniciativas, el Financial Times también ha sumado más plumas de personas no masculinas en columnas de opinión: una de cada tres, según se han propuesto, necesitan llevar el gancho de una especialista. Así y todo, según advierte Le Figaro, el mismo staff del Financial Times dista de ser balanceado, con fuerte predominancia masculina en el equipo de redacción. “Empero, el diario se ha comprometido a destacar la labor de sus periodistas mujeres. Cuando son invitados a participar de mesas redondas o conferencias, el medio se encarga de que al menos la mitad de sus enviadas sean mujeres. Lo mismo ocurre al ser convocados sus periodistas a programas de radio o televisión para ahondar en alguna noticia del sector. Finalmente, los empleados del Financial Times tienen terminantemente prohibido integrar mesas de debate donde solo hombres invitados”, asegura la mentada Le Figaro.