Cuando todo parecía apuntar hacia la refundación en La Boca tras la histórica derrota ante River en la final de la Copa Libertadores, el presidente del club, Daniel Angelici, dio la sorpresa y le ofreció la renovación del contrato al entrenador Guillermo Barros Schelotto, quien podría prolongar un año más el ciclo comenzado en 2016.

Justamente ayer, en el autoproclamado día del hincha xeneize, el mandamás y el DT de Boca mantuvieron una reunión –originalmente programada para hoy a la tarde– donde, según las fuentes, hubo mucha intensidad, recriminaciones por ambas partes y en la que los protagonistas “se dijeron las cosas de frente”, pero donde todo terminó en buenos términos, a punto tal del ofrecimiento de continuidad para el Mellizo. Sin embargo, la respuesta de Guillermo, que se comprometió a comunicarla antes del domingo, sería negativa. 

  • Fin de ciclo. “Ya se llevó todas sus pertenencias del club”, aseguraron desde la institución sobre el DT, quien estaría más cerca de considerar a su ciclo como cumplido que de pretender prolongarlo. El desgaste con la dirigencia y el plantel, el agotamiento del crédito con los hinchas tras la caída del domingo y las frondosas ofertas para continuar su carrera en el exterior –con Brasil y Estados Unidos como principales destinos– estarían entre las numerosas razones para que la salida de los Mellizos de Boca sea una posibilidad cierta.
  • Aquel inicio. El recorrido de Barros Schelotto al frente del Xeneize tuvo su comienzo en marzo de 2016, durante un encuentro ante Racing por Copa Libertadores (0-0) en una Bombonera sin público debido a la sanción por entonces vigente tras el incidente del gas pimienta. Su segundo partido fue nada menos que frente a River, ya dirigido por Marcelo Gallardo, duelo que terminó en una igualdad sin goles en el Monumental. El historial del Mellizo frente a su clásico rival a lo largo de tres temporadas es de nueve partidos jugados, dos triunfos, tres empates, cuatro derrotas y un 44 por ciento de efectividad.

A pesar de no cosechar un historial trágico en materia de resultados frente al Millonario, el saldo más negativo se produjo como local (dos igualdades y dos caídas) y en duelos de eliminación directa: Supercopa de 2017 (0-2) y la reciente Libertadores (2-2 en la ida, 1-3 en la vuelta); enfrentamientos que se incluyen en la racha de cuatro partidos consecutivos sin victorias de Guillermo ante Gallardo –el restante es un 0-2 por la última Superliga–, lo que contribuyó a la construcción del mito de la amplia superioridad del Muñeco. En total al frente de Boca, Guillermo sumó 117 partidos, con 63 triunfos, 31 empates y 23 derrotas (62,7 por ciento de efectividad), alzando, además, los títulos de Primera División de 16/17 y 17/18. Pero ese palmarés no sería suficiente para su continuidad.

  • Plazo máximo. Sin embargo, la refundación xeneize, que comenzaría con la llegada del ex defensor Nicolás Burdisso en el rol de manager y hasta la probable incorporación de Juan Román Riquelme en algún rol, tiene un obstáculo temporal: las elecciones internas de fines de 2019, lo que hace imposible cualquier plan de duración mayor a un año. Mientras tanto, hasta que el Mellizo esgrima su respuesta, lo que es seguro es que la danza de nombres continuará. Desde los jóvenes Gabriel Heinze (el candidato preferido del plantel), Antonio Mohamed, (el de Angelici) o Martín Palermo, hasta los experimentados Alejandro Sabella, José Pekerman o Gustavo Alfaro, suenan en la melodía.