Michael Cohen, ex abogado del presidente estadounidense Donald Trump, fue condenado ayer a tres años de cárcel por evasión de impuestos, falsas declaraciones a un banco y violaciones de la ley de financiación de campañas electorales. Antes de escuchar su pena el ex confidente del mandatario lo mencionó directamente. “En muchas ocasiones, tuve la sensación de que era mi deber encubrir sus actos sucios”, afirmó el ex asesor del mandatario ante el juez federal de Manhattan William H. Pauley III. El abogado, de 52 años, aseguró que estaba asumiendo la responsabilidad por sus delitos, incluidos, dijo, aquellos que implican al presidente.
Vestido con un traje oscuro y una corbata celeste, el acusado llegó a escuchar su condena con su esposa e hijos. “Hoy es el día en que estoy recuperando mi libertad”, continuó. “He estado viviendo en un encarcelamiento personal y mental desde el día en que acepté la oferta de trabajar para un magnate de bienes raíces cuya visión para los negocios admiré profundamente”, agregó. Cohen también se refirió a un tuit del presidente en el que lo calificaba como débil y, al respecto dijo que su debilidad era a causa de una lealtad ciega a Trump. “Me culpo a mí mismo por la conducta que me trajo hoy acá”, dijo ayer Cohen dirigiéndose a la corte antes de escuchar su sentencia. “Fue mi propia debilidad y mi lealtad ciega a este hombre –en referencia al mandatario– que me llevó a elegir el camino de la oscuridad por sobre el de la luz”, aseguró.
La defensa de Cohen había solicitado que no fuera a prisión luego de que se declarara culpable de evadir impuestos, hacer declaraciones falsas a una institución financiera, realizar contribuciones de campaña ilegales y mentir al Congreso. Los fiscales, por su parte, habían pedido cuatro años. Finalmente, Pauley tuvo la última palabra. El juez consideró que Cohen, como abogado, era consciente de lo que hacía, a la vez que aseguró que su carrera había prosperado logrando acceso a personas ricas y poderosas hasta que él mismo se convirtió en una de ellas. El magistrado lo sentenció a tres años en una prisión federal, ordenándole que se entregara a la custodia antes del 6 de marzo. “Cada uno de estos crímenes, por sí solo, merece un castigo considerable”, afirmó el juez, y agregó que el acusado estaba motivado por la codicia y la ambición personal.
Cohen se declaró culpable de los cargos presentados por los fiscales federales en Nueva York y por la oficina del fiscal especial Robert Mueller, el exdirector del FBI que está investigando la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 y si algún miembro de la campaña de Trump coludió con Moscú.
Entre los cargos contra el abogado se encontraban los pagos de dinero para silenciar a dos mujeres que habían amenazado con hablar de sus supuestos romances con Trump durante la campaña electoral de 2016. Cohen les dijo a los fiscales que los pagos por un total de 280.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels y la ex modelo de Playboy Karen McDougal se hicieron en coordinación y bajo la dirección del empresario. Ambas mujeres afirmaron haber tenido encuentros sexuales con el magnate neoyorquino antes de que fuera el candidato republicano a la presidencia, por lo que los fiscales calificaron a los pagos como contribuciones ilegales de campaña destinadas a influir en la elección. “Cohen engañó al electorado al ocultar supuestos hechos que creía que tendrían un efecto sustancial en la votación”, dijeron los fiscales.
Trump intentó esta semana minimizar la importancia de los pagos diciendo que eran una simple transacción privada y que eran llamados erróneamente contribuciones de campaña. “Cohen solo está tratando de que le reduzcan la sentencia”, tuiteó el mandatario. Y agregó: “¡CACERÍA DE BRUJAS!”.
El acusado recibió una sentencia reducida por colaborar con Mueller. En un memorándum de sentencia, la oficina del fiscal especial aseguró que Cohen había hecho todo lo posible para ayudar en su investigación. De hecho, colaboró aún sin haber firmado un acuerdo formal de cooperación ni con la Fiscalía General ni con Mueller, informó el diario The New York Times.
Durante 12 años, el abogado fue vicepresidente de la Trump Organization, la compañía matriz de los negocios inmobiliarios de Trump, y también fue uno de los principales confidentes del multimillonario. Los investigadores allanaron sus oficinas y su hogar de Nueva York en abril, y en agosto admitió haber ocultado a las autoridades fiscales alrededor de 4 millones de dólares en ingresos de su negocio de taxis. El mes pasado, Cohen reconoció, además, que había mentido al Congreso acerca de sus contactos con Rusia sobre la construcción de una Torre Trump en Moscú, que finalmente no se llevó adelante.