El ciclo de Guillermo Barros Schelotto como entrenador de Boca llegó a su fin hoy. De mutuo acuerdo, el DT y la Comisión Directiva arreglaron su salida luego de la derrota con River por la final de la Copa Libertadores en Madrid. Existía la posibilidad de renovar el contrato que se vence a fin de año por doce meses más, pero la reunión con el presidente Daniel Angelici determinó que los caminos de Boca y Barros Schelotto seguirán por separado.

Así culmina una etapa de dos años y medio en el banco de Boca para el Mellizo, que logró las últimas dos ediciones de la Superliga. A nivel internacional, llegó a la semifinal de la Copa Libertadores hace dos años y perdió con Independiente del Valle de Ecuador, y luego arribo a la final de este año con su eterno rival.

River fue el karma de Barros Schelotto, uno de los jugadores con más títulos en la historia de Boca. La derrota en Mendoza por la final de la Supercopa ante River, en marzo pasado, marcó un quiebre. El Mellizo cuestionó el arbitraje de Patricio Lousteau de una manera tal que a ojos del ambiente nunca terminó de digerir esa derrota. La oportunidad de una revancha ante el River de Gallardo en la histórica final de la Libertadores era la oportunidad para redimirse, pero el 3 a 1 del Bernabéu selló su destino como entrenador xeneize.

En las últimas horas había trascendido que Angelici ofrecería renovar por un año más al Mellizo, hasta las elecciones en Boca. Pero el entrenador no se veía con fuerzas para seguir tras el cimbronazo de Madrid. Su futuro podría estar en el fútbol de los Estados Unidos, donde jugó en sus últimos años como profesional. El Atlanta United, flamante campeón, iría por sus servicios para reemplazar a Gerardo Martino.

Ahora resta encontrar un reemplazante para Barros Schelotto. No parece haber mucho margen de error para Angelici, que inicia el último año de su gobierno, tras la final jugada en España y todo lo que la rodeó. Varios nombres asoman entre los que podría sondear la dirigencia. Se habla de Gabriel Heinze, avalado por su gestión en Vélez; Antonio Mohamed, que fue cesado en el Celta de Vigo hace pocas semanas; José Pekerman, que dio por terminado su ciclo en la selección colombiana; y un ídolo del Boca de los últimos años: Martín Palermo. El goleador histórico no ha tenido una trayectoria sobresaliente como entrenador y eso le jugaría en contra.

Quien asuma tendrá como desafío repuntar posiciones en la Superliga, afrontar la próxima edición de la Libertadores y la final de la Supercopa ante Rosario Central, campeón de la Copa Argentina.