Gianfranco Macri negó ayer haber pagado coimas al gobierno de Néstor Kirchner a cambio de renovar contratos de peajes en autopistas. Citado a prestar declaración indagatoria en una derivación de la causa de las fotocopias de los cuadernos inhallables, el hermano del presidente Mauricio Macri presentó un escrito ante el juez Claudio Bonadio en el que afirmó que en el período bajo investigación “ni siquiera estaba abocado a Socma”. Su padre, Franco Macri, también imputado, no se presentó a declarar alegando problemas de salud. “Nunca en mi vida”, respondió Gianfranco cuando le preguntaron si había pagado coimas. Sobre Franco no puso las manos en el fuego: “No sé, pregúntele a él”, sugirió dos veces.
El padre y el hermano del Presidente y jefe del clan familiar están acusados de haber pagado coimas para mantener las concesiones del Acceso Oeste a través de la empresa Concesionaria Oeste, y por el Acceso Norte a través de Autopistas del Sol (Ausol). La base de la imputación es la declaración del arrepentido Claudio Uberti, ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi). Bajo amenaza de ir a la cárcel, el ex funcionario dijo que entre 2003 y 2007 todos los empresarios pagaron, para mantener sus concesiones, comisiones mensuales de 150 mil dólares, que presuntamente recibían el ex ministro de Planificación Julio De Vido o el fallecido Kirchner.
Gianfranco Macri tomó notoriedad en 2016 cuando PáginaI12 publicó que había blanqueado –gracias al decreto firmado por Mauricio Macri– el equivalente a 35 millones de dólares, dato llamativo porque representaba cinco veces el patrimonio declarado por el hermano presidencial. Cuando trascendió la citación de Bonadio, pidió postergar la indagatoria pero el juez lo rechazó. Pese a que su declaración estaba prevista para las 11, ayer a las 7.30 (recién llegado de Estados Unidos) se presentó en los tribunales de Comodoro Py, donde había un operativo se seguridad montado para que los periodistas no pudieran acercarse al pasillo del juzgado.
En el escrito que presentó como defensa, Gianfranco afirmó que hasta 2009 desarrolló “la mayor parte” de sus actividades empresariales y laborales “fuera del ámbito de Socma”. Afirmó que nunca vio ni habló con Uberti, que no tenía idea de los temas de Ausol porque no tenía injerencia y que hasta 2009 se dedicó al desarrollo del club Buenos Aires Golf y negocios inmobiliarios en los predios cercanos. “Entre 2001 y 2009 me aboqué casi exclusivamente a ese emprendimiento inmobiliario. Eso resulta relevante pues denota que, precisamente en los años en que habrían ocurrido los hechos aquí investigados, no solamente Sideco carecía de influencia en Ausol y el suscripto no ocupaba ningún cargo relacionado con Ausol, sino que, además, yo ni siquiera estaba abocado a Socma en sí”, sostuvo. “Con relación a autopistas del Oeste, el grupo Socma ni nadie de la familia Macri a título personal tuvo jamás ninguna relación tanto económica como societaria con esa empresa”, agregó.
–¿Es cierto lo que dice Uberti? ¿Es cierta la imputación o ustedes no tienen nada que ver y son inocentes? –le preguntó una periodista cuando salía de tribunales.
–Ya quedó todo aclarado y no tenemos nada que ver –balbuceó con una sonrisa nerviosa.
–O sea nunca pagaron una coima.
–Nunca en mi vida.
–¿Su padre tampoco?
–No sé, pregúntele a mi padre –dijo mientras se metía en un auto.
–¿Pero usted cree que su padre nunca pagó una coima?
–Pregúntele a él –se desligó.