El candidato presidencial de la derecha francesa François Fillon se encuentra inmerso en una polémica después de que la Justicia abriera una investigación sobre un supuesto empleo ficticio de su esposa (foto) como asesora parlamentaria cuando él era diputado. La investigación fue abierta por “desvío de fondos públicos’’, a menos de tres meses de la primera vuelta de la elección presidencial, en la que Fillon es uno de los favoritos.
El semanario Le Canard Enchaîné (El pato encadenado), que mezcla sátira con periodismo de investigación, asegura que cuando Fillon era diputado, su esposa Penelope recibió pagos de su marido de una partida destinada a las asesorías. La esposa del candidato, sin profesión conocida y que siempre se mantuvo en un segundo plano a nivel político, recibió ingresos de su marido por este concepto por cerca de “500.000 euros’’ (538.000 dólares) al cabo de varios años, según el semanario satírico.
Según la ley, contratar a un familiar no está prohibido, siempre que la persona realice funciones efectivas. Pero el Canard Enchaîné‚ alega que no había registros de actividades de la esposa de Fillon. Los parlamentarios franceses disponen de una suma mensual (9.561 euros en 2016) para remunerar por un trabajo real hasta a cinco colaboradores a tiempo parcial, incluso familiares, según recuerda el propio semanario.
“Se abrió la veda de la campaña sucia’’, lamentó Fillon en reacción a estas acusaciones. “Quiero decirles que estoy escandalizado por el desprecio y por la misoginia de este artículo’’, añadió. El candidato de la derecha francesa aseguró luego, en otro comunicado, que se alegraba de la apertura de una investigación oficial que permitirá , dijo, “hacer callar esta campaña”. Fillon aseguró que quiere presentarse ante la fiscalía financiera, que abrió las pesquisas, “lo antes posible’’ para declarar.
Las acusaciones caen en muy mal momento para el ex primer ministro conservador del presidente Nicolas Sarkozy, considerado favorito según los sondeos para ganar la elección en la segunda vuelta, ante la candidata de extrema derecha Marine Le Pen. Fillon tiene un programa económico considerado muy duro por sus adversarios, y aboga por suprimir varios centenares de miles de empleos en la función pública.
Thierry Solère, portavoz del candidato, dijo que efectivamente Penelope Fillon “había sido colaboradora de François Fillon’’. “Es frecuente que los cónyuges sean colaboradores’’, afirmó. Esta práctica es legal y habitual en Francia: en 2014, al menos 20 por ciento de los parlamentarios hacían trabajar a un miembro de su familia, según un estudio de la prensa, pero a condición de que no se trate de un empleo ficticio.
El Presidente de la Asamblea nacional de 2007 a 2012, y secretario general del partido conservador Los Republicanos, Bernard Accoyer salió ayer a la mañana en apoyo de la esposa de Fillon: “La vi a menudo participar. La he visto en múltiples circunstancias, inclusive en la Asamblea nacional’’, explicó.
Aunque el portavoz de los diputados socialistas, Olivier Faure, advirtió por su parte que “no es lo mismo haberla cruzado como ‘mujer de’ en la Asamblea o saber si realizó un trabajo efectivo’’.
El Canard Enchaîné indicó, usando las nóminas como prueba, que Penelope había recibido pagos entre 1998 y 2002 como asistente parlamentaria.
Entre 2002 y 2007, cuando Fillon asumió como ministro durante la presidencia de Jacques Chirac, Penelope siguió contratada por su suplente, Marc Joulaud, con honorarios que rondaban entre los 6.900 y 7.900 euros por mes.
Una colaboradora de Joulaud entrevistada por el semanario aseguró que “nunca’’ había trabajado con Penelope. El Canard informó que la mujer volvió a recibir pagos “durante seis meses al menos’’ durante 2012, cuando Fillon volvió a ejercer como diputado.