Desde Santa Fe

La sentencia de la Cámara Federal de Casación Penal (Sala 2) que concedió el arresto domiciliario a Víctor Brusa -cuando aún le faltaba cumplir diez años de condena- generó la primera reacción en la Legislatura. La Cámara de Diputados repudió el fallo, consideró al ex juez federal de Santa Fe como uno de "principales responsables del terrorismo de estado" en la provincia y advirtió sobre las consecuencias de dejar en libertad a criminales del genocidio. Es una "dispensa que genera impunidad" y pone a la Argentina al borde de una "situación de gravedad institucional" por incumplir los pactos internacionales de Derechos Humanos, dijo el diputado Carlos Del Frade (Frente Social y Popular), autor del proyecto que se aprobó sobre tablas y por unanimidad. Un rato antes, otra voz de repudio se había escuchado en pleno recinto cuando el presidente de la Cámara Antonio Bonfatti entregó la "distinción a los valores democráticos" a una militante de Hijos Rosario. "Repudiamos a los genocidas libres y a los jueces que le otorgan esas domiciliarias. El único lugar para un genocida es la cárcel común y efectiva", gritó Romina Marucco, entre aplausos. 

La Cámara votó el rechazo a la domiciliaria de Brusa  y a los jueces que la otorgaron, sin discursos ni abstenciones.

El repudio de la Cámara y el grito de Romina se asociaron a un tercer hecho: entre los distinguidos por sus "valores democráticos" estaba otro denunciante de Brusa y militantes de los derechos humanos, Froilán Aguirre, secuestrado y torturado cuando tenía 17 años y militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Hoy integra la asociación de ex presos políticos El Periscopio y el Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe. 

Del Frade propuso que Diputados declare su "preocupación" y "rechazo" a la libertad  domiciliaria de Brusa apenas la Sala 2 de Casación se la concedió con el voto de dos de sus jueces, Angela Ledesma y Guillermo Yacobucci y el rechazo del tercero, Alejandro Slokar. Brusa pidió salir de la cárcel de Las Flores -donde cumplía una condena a 23 años de prisión- porque "no podía atenderse de su patología", pero como no pudo probarlo, Ledesma y Yacobucci le otorgaron la salida porque ya tiene 70 años, que los cumplió el 13 de agosto.

Brusa era "una de las principales figuras del terrorismo de estado" en Santa Fe, dijo el legislador. Otorgarle "semejante dispensa" -como llamó a la domiciliaria- genera "una insanable impunidad", que pone a la Argentina al borde de una "situación de gravedad institucional" por incumplir "los pactos internacionales de Derechos Humanos".

La Cámara votó el rechazo a la domiciliaria de Brusa  y a los jueces que la otorgaron, sin discursos ni abstenciones. Poco después de que la militante de Hijos Romina Marucco gritara el mismo repudio en nombre de los organismos de derechos humanos de Rosario y Santa Fe. En sus manos tenía el testimonio de la Legislatura a los "valores democráticos" de los Hijos de desaparecidos.  "¡Repudiamos a los genocidas que están en su casa!", exclamó. "¡Repudiamos a los jueces que les otorgan esas domiciliarias. El único lugar para un genocida es la cárcel común y efectiva. Y vamos a escrachar y a denunciar esta situación hasta que todos estén en el lugar donde tienen que estar! ¡Fue un genocidio y fueron 30 mil compañeros y compañeras desaparecidas que reivindicamos! Seguiremos trabajando por todo lo que ellos soñaron!", prometió.

Romina lamentó la "esta semana de impunidad con Brusa libre". Los tribunales de la Argentina "están otorgando arrestos domiciliarios como si fueran caramelos", dijo en un diálogo con Rosario 12. Y anunció lo que viene. "Seguiremos en la lucha, en la calle, como nos enseñaron las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo hasta que la Argentina sea como ellas la soñaron, libre, con justicia social y soberana".

Otro denunciante de Brusa, José Schulman dijo por las redes sociales que el ex juez volvió "a la casa sin ninguna razón sanitaria.  Por el solo transcurso del tiempo, por cumplir 70 años como si no hubiera estado 40 años en libertad inmerecida, por acción de esos mismos funcionarios judiciales que lo protegieron y protegen porque la inmensa mayoría de ellos son corporativos, elitistas, misóginos y de pensamiento colonizado y mediocre. La misma corporación que encierra a Milagro, a Fernando, a Julio, a Amado, a Facundo y a tantas y tantos por mandato político de los mismos que lo sostienen a pesar del bochorno que producen", señaló el secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. "Brusa deberá volver a la cárcel y lucharemos para que así sea, con mis hermanas y compañeros de la causa, con el movimiento de derechos humanos todo y con aquellas y aquellos argentinos que quieran defender las garantías constitucionales, la memoria, la verdad y la justicia".