¿Cómo está, mi estimada deudolar o debería decir estimade deudealer, o bien compañeuro? Cómo sea que quiera que le llame, sepa usted que estamos a las puertas del 2019, y que la entrada está carísima. Y parte de la entrada es terminar de atravesar este mes tan… tan… tan diciembre.

Lo empezamos nomás sabiendo que la copa Libertadores de América ya no es más Libertadores, ni mucho menos de América. Alguno tiró la trasnochada idea de que, allá por 1822, cuando debían entrevistarse en Guayaquil los dos Libertadores, parte de la hinchada de Bolívar arrojó algunas piedras justo cuando venía ingresando el carruaje con el equipo de primera de soldados de San Martín.

Entonces se suspendió la entrevista y se le dieron los puntos a Inglaterra, a cambio de unas libras que la Baring Brothers supo mandar previa deducida la comisión, y cobrar luego durante 83 años.

O sea pocos menos que los que nuestro Ministro de Evasienda, Nico Baldío, supo conseguir, mientras cantaba: “Sean eternos los haberes, que supimos evadir” en una extraña versión más digna de Vicente López y Báez que otra cosa.

También se dijo en un chiste de tapa de este mismo diario, que si la Copa evocaba los triunfos de San Martín y Bolívar, se jugaba en España para recordar la Derrota de Cancha rayada.

Ramón Puerta, aquel que supo ser “Presidente por un día”, pero no en una comedia norteamericana (ese fue Kevin Kline) sino en una de terror argentino, llegó a proponer que “en verdad San Martín era español” poniendo en duda un verdadero “Top hit” de nuestra educación primera. La de repetir una y otra vez “San Martín nació en Yapeyú”.

Hasta aquí, querido deudor, suponía yo que Yapeyú formaba parte de la provincia argentina de Corrientes. Desconocía que la hubiera reconquistado la Península Ibérica, tal vez en un operativo comando para compensar al independentismo catalán, o que nuestros Autoritarios Electos se la hubieran cedido como parte de pago de futuros endeudamientos del subjuntivo.

Tampoco teníamos noticia de algún referéndum en el   que nuestra provincia hermana haya votado por volver a los tiempos del virreinato.

Pero Puerta, antes de ser One day’s president, fue gobernador de Misiones. Así que debe saber del tema. Y si no, siempre puede aducir que su apellido en inglés se dice “Gates” como Bill, así que nadie le discuta. Y no es lo mismo un Bill Gates que un Vil Gato, con perdón de los felinos y las felinas.

También decían algunos amigos,  quizás hinchas de RIver pero este dato en sí es anecdótico, que la derrota de Boca en la Copa implicaba semiautomáticamente la derrota del gobierno, de Angelici, del FMI, y si los dejábamos hablar un poco más, el fin de Bolsonaro, el hallazgo de la cura de varias terribles enfermedades, el fin de los abusos de poder, la caída del imperio, sea cual sea, la deconstrucción de todo lo que debiera o debiese ser deconstruído, la llegada del Hombre Nuevo y la Mujer Más Nueva Aún; que la pizza no engorde más y el chocolate tampoco, riquezas por doquier para todos los argentinos, y vaya uno a saber cuántas maravillas más.

River ya ganó, y nada de  eso ocurrió. Pero, como le dijeron a Julio César en los idus de marzo, “todavía no terminó (diciembre)”

Personalmente soy escéptico (signo del zodíaco que abarca a  los/las/les que nacieron hace más de 30 años, en cualquier fecha, y tienen no ya identidad de género, pero sí de edad), pero respeto, como pluralista que debería ser, a quienes esperan, con optimismo, un milagro navideño, aunque no hayamos podido organizar un Boca-River, que al decir de La Patricia es el Otro, era tarea fácil.

Sólo esperamos, para bien de los creyentes, que nuestra policía no confunda a Papa Noel  (a pesar de ser barbudo e ir con una gran bolsa llena de objetos) con un ladrón en situación de escape.

Hay quien vio en el partido un avance. Antes se llevaban a España a los mejores jugadores locales, pero de a uno: recordemos a Maradona, Messi, Mascherano, Milito (y eso sin dejar la M). Ahora, quizás como resultado de una oferta, se llevaron a un equipo entero. Mejor dicho, a dos ¿será entonces una promo, dos por uno?

Respecto del Sumo Macrífice, hay quien dice que se pone triste cuando no gana Boca. Personalmente creo que sólo se pone triste cuando no gana Guita.

Pero estamos en diciembre, deudor. Falta mucho para fin de año, aunque para nuestros sueldos ya haya terminado el partido, este por terminar el alargue y nos sobrevuele el fantasma de los penales

La seguimos en la próxima.

@humoristarudy