A un día de que funcionarios de la policía brasileña lanzaran órdenes de búsqueda y arresto a dos sospechosos del asesinato de la activista Marielle Franco, el secretario de Seguridad de Río de Janeiro aseguró que el atentado fue ejecutado por milicias parapoliciales. Si bien los autores del asesinato tanto de Franco como de su chofer, Anderson Gomes, aún no fueron identificados, la Fiscalía adelantó que los responsables están siendo buscados en Río de Janeiro y Mina Gerais.
Según declaró el secretario de Seguridad, Richard Nunes, los parapoliciales involucrados en el asesinato tienen estrechos vínculos con la ocupación ilegal de tierras y el negocio inmobiliario. “Los parapoliciales actúan en ocupación ilegal de tierras, ellos se estaban ocupando tierras en Jararepaguá, zona oeste de Río donde estos grupos ilegales de escuadrones de la muerte controlan gran parte de las comunidades más pobres y favelas”, reveló Nunes al cumplirse nueve meses del atentado. “Estamos trabajando para dar una respuesta suficiente, con pruebas robustas para que los asesinos sean condenados,” agrego Rivaldo Barbosa, jefe de la policía civil de Río de Janeiro. Franco y su chofer fueron asesinados a tiros el pasado 14 de marzo pasado. Mientras volvían de una reunión en el centro de Río de Janeiro, un auto frenó a su lado y desde ahí salieron los disparos. Los nuevos datos que apuntan a esclarecer la investigación que aún tiene muchos grises llega un día después de que la policía revelara otra información clave. El secretario de Seguridad dijo que interceptó un plan para asesinar al jefe político de Marielle, el diputado estadual Marcelo Freixo, líder del opositor Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Según agregó, el plan comenzó a gestarse en 2017. A raíz de esa investigación, ayer fue allanada la casa del concejal ultraderechista Marcello Siciliano, del Partido Humanista Social. La orden se ejecutó luego de que un testigo lo apuntara como el incitador del atentado contra Franco. “Estoy indignado, mi familia está sufriendo y la familia de Marielle no merece esto, merece la verdad”, se quejó el concejal luego de la intervención en su casa del lujoso barrio de Barra de Tijuca. Freixo participó de la comisión parlamentaria sobre parapoliciales en la Asamblea Legislativa de Río desde donde se encargó de denunciar las mafias dentro de las instituciones cariocas.
El electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro tiene una relación cercana con las milicias. En 2003, el entonces diputado avaló la aparición de un grupo parapolicial en el estado de Bahía: “Mientras el Estado no tenga coraje de adoptar la pena de muerte, el crimen de exterminio, para mí, será bienvenido. Si dependen de mí, estos grupos tienen todo mi apoyo”, afirmó en uno de sus discursos en la Cámara de Diputados. Bolsonaro justificó entonces que el bajo salario de los policías los obligaba a organizar la seguridad de su comunidad.
En la interna de Río de Janeiro, Bolsonaro siempre estuvo enfrentado con Freixo, a quien llamó cobarde por luchar por el desarme de la población civil. “Si eres hombre de verdad para pedir el desarme debes caminar sin seguridad oficial en las calles”, lo desafió.
La revelación del secretario de Seguridad sobre los asesinos de Franco y el plan para matar al diputado provincial Freixo vuelven a poner en el centro del debate a las milicias parapoliciales, herederas de los escuadrones de la muerte que actuaron en las décadas del 80 y 90.