Un día después de que se iniciara la investigación en su contra por el presunto cobro de sobornos por 600 mil dólares, Gustavo Arribas, el jefe de los espías argentinos, se presentó en Comodoro Py. Ingresó poco antes del mediodía de ayer al despacho del juez Ariel Lijo, subrogante en la causa que tramita en el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral. Al salir, les dijo a los periodistas que fue a ponerse a disposición de la Justicia y que haría todo lo que esté a su “alcance” para que “se aclaren los hechos”. Puertas adentro de los tribunales, sin embargo, no se mostró demasiado ansioso clarificar su situación: no aportó todavía ninguna documentación, solamente presentó a su abogado, Alejandro Pérez Chada, y se llevó una copia del expediente. La elección Pérez Chada no fue azarosa: un penalista al que recurre el PRO en temas sensibles. Fue abogado de Mauricio Macri durante la gestión en Boca y luego, en la jefatura de Gobierno porteño, en causas como la de la UCEP. Además, recientemente defendió a Gabriela Michetti en la investigación por irregularidades con su fundación. También defendió a Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre en la causa Papel Prensa.
El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) llegó a los tribunales de Retiro a bordo de una camioneta 4x4 negra, rodeado de una fuerte custodia y acompañado por su vocero, Hernán Nisenbaum. Subió hasta el tercer piso, estuvo en el edificio durante aproximadamente 40 minutos y se retiró con la copia de la causa iniciada a raíz de una denuncia de la diputada oficialista, Elisa Carrió. La líder de la Coalición Cívica planteó que se investigue el supuesto pago de 600 mil dólares por parte de Leonardo Meirelles, un cambista brasileño operador de la empresa Odebrecht. La maniobra se habría realizado entre el 25 y el 27 de septiembre de 2013, mediante cinco transferencias provenientes del Standard Chartered Bank de Hong Kong a una cuenta del jefe de los espías en el Credit Suisse de Zurich. Meirelles, condenado en Brasil en la causa Lava Jato, se acogió al régimen de “delación premiada” y confesó haber utilizado una “empresa de fachada” radicada en el exterior para vehiculizar el pago de coimas por parte de Odebrecht. El momento en el que se habrían realizado las transferencias coincide con el anuncio de la reactivación del soterramiento del tren Sarmiento, una obra de un consorcio de empresas liderado por Odebrecht.
“Yo voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que se aclaren todos estos hechos y queden definitivamente terminados”, sostuvo ayer Arribas al retirarse de Comodoro Py. El martes había emitido un comunicado de 10 puntos en donde insistía con su versión: jamás recibió 600 mil dólares, no conoce a Meirelles ni tiene vínculo alguno con Odebrecht o el Lava Jato. Según el director de la AFI, sólo recibió un giro de 70.495 dólares en parte de pago por la venta de un departamento en San Pablo. Al ser consultado ayer sobre si había traído la escritura de la venta de aquel inmueble se negó a dar más información: “Las cosas que yo tenga que presentar, las voy a presentar en el expediente judicial”, advirtió.
Según fuentes judiciales, el jefe de los espías haría hoy una presentación acompañada por documentación respaldatoria. Hasta el momento sólo difundió un correo electrónico, certificado ante escribano, donde una empleada del Credit Suisse asegura que sólo se acreditó en la cuenta un sólo pago de 70.495 dólares y que los otros cuatro restantes no existieron.
Ayer, ante la insistencia de los periodistas sobre si cobró casi 600 mil dólares de Odebrecht, Arribas respondió: “Yo creo haber sido claro ayer (por el martes) cuando presenté el documento del banco donde la única transferencia que reconozco es la de 70.500 dólares, que ya lo dije desde la primera vez”.