En lo que hace a la política aerocomercial el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, parece tener como objetivo favorecer a las líneas aéreas low cost, debilitar (en el mejor de los casos) Aerolíneas Argentinas y sobre todo anular el poder de los sindicatos aeronáuticos. Por caso, no sólo autorizó una mayor cantidad de rutas aéreas para estas nuevas empresas y la contratación de pilotos extranjeros, en desmedro de la línea de bandera, sino que ahora fomenta junto al directorio de Flybondi el armado de un sindicato de empresa que impida el ingreso de los cualquiera de los gremios del sector con los que mantiene una feroz disputa y así poder firmar un convenio colectivo que les garantice la flexibilización laboral para maximizar las ganancias de la empresa. La otra low cost, Norwegian, también prepara su propio sindicato.
El armado de un gremio de empresa no es una novedad en el mundo sindical y mucho menos en aquellas empresas y gobiernos que fomentan este tipo de organización para sacarse del medio a los sindicatos que los incomodan con la defensa de los derechos de los trabajadores. En ese sentido, el directorio de Flybondi apostó a formar lo que se denomina: Sindicato de Trabajadores Dependientes de Empresas Aéreas Denominadas de Bajo Costo del Interior del País o, para sintetizar, el Stdeadbcip. La personería gremial se la tiene que otorgar el Ministerio de Producción y Trabajo que conduce Dante Sica y este trámite comenzó a realizarse en junio pasado cuando todavía Jorge Triaca era Ministro de Trabajo.
El Stdeadbcip pretende representar a todos los empleados de Flybondi sin importar la tarea específica que realice, por lo que no sólo podrá sumar pilotos sino también técnicos, personal de rampa y hasta tripulantes de cabina. Es una especie de “todo en uno” para que la empresa “negocie”, si cabe el término, con un sólo actor sindical. En los mentideros políticos y gremiales suele repetirse que la construcción de estos sindicatos afines a la empresa solo tiene un objetivo: beneficiar al patrón pero sobre todo evitar que los gremios tradicionales impongan las condiciones laborales que los empresarios suelen repudiar.
La organización de estos gremios afines a las empresas no es nuevo. Incluso los gremios aeronáuticos argentinos sostienen que lo que hace Flybondi, con el respaldo de la Casa Rosada, es similar a lo que ocurre en Alemania donde proliferan los sindicatos por empresas aerocomerciales para debilitar a los grandes y tradicionales sindicatos por rama.
La creación del Stdeadbcip ya no es un secreto. En el portal especializado Aviacionenargentina.com.ar se da cuenta de su formación y hasta publicó un mensaje de voz del CEO de Flybondi, Julian Cook, donde le avisa al piloto Fernando Granelli la buena nueva: “Me acaba de llamar Dietrich para decirme que hoy firman lo del sindicato”. Granelli es uno de los que figura en un acta como organizador del gremio de Flybondi y entre los sindicatos de pilotos lo recuerdan como un hombre de marcada conducta pro empresaria y, como tal, es el tipo de dirigente sindical que todo empresario desea.
Para el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, la formación de un nuevo gremio no lo sorprende porque “Dietrich ataca el modelo sindical con la complicidad de las empresas y organizan sindicatos que no exijan condiciones laborales y no solo salariales en cuanto al mantenimiento, el entrenamiento y la instrucción de los empleados. Eso, no tenga duda, degrada la seguridad”.
Los gremios de APLA y de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) no sólo están al tanto de lo que está haciendo Flybondi sino que además advierten que la low cost, recientemente autorizada a volar, Norwegian está en el mismo camino y le encomendó a un ex integrante de la conducción de UALA la construcción de su propio sindicato.