La causa contra Ana Viglione y quien la secundaba -Andrés Ferrato- en la disuelta Secretaría de Delitos Complejos, en 2013, quedó más cerca de ir a juicio oral y público por falso testimonio agravado. El delito se dio en el marco de la investigación contra la banda Los Monos. Se trata de una denuncia que partió del juzgado que tenía a cargo Juan Carlos Vienna cuando investigaba al clan y a los policías conniventes. En su declaración frente al magistrado, el ex comisario inspector Gustavo "Gula " Pereyra declaró que obedecía órdenes de sus jefes para realizar investigaciones sobre narcotráfico. Pero estos lo negaron. Ayer, con una serie de correos electrónicos como principal evidencia, el fiscal Aníbal Vescovo pidió penas de tres años de prisión para ambos. La querella, en representación de Pereyra, pide que sean condenado a 5 años, pero la defensa trabó la audiencia con una cuestión técnica. "No nos quieren en la causa", aseguró el abogado Sergio Larrubia.

Los 17 correos electrónicos que llevará a juicio la parte acusadora tienen que ver con órdenes específicas de Viglione y Ferrato, enviados entre 2012 y 2013, que validaron los dichos de Pereyra, quien les respondía con información "de calle". Este fue uno de los 13 policías acusados de complicidad con Los Monos. Siempre negó eso y finalmente en abril lo absolvieron.

El contenido de los mails tenía que ver con la ubicación de búnkers de drogas  y cuestiones relacionadas al narcotráfico. Incluso, uno de los correos contenía información sobre el policía Javier Makhat, quien hace semanas está siendo investigado por haberlo encontrado habitando un lujoso departamento cuyos impuestos estaban en una vivienda del buscado Esteban Alvarado. "De muy buena fuente me dijeron que es un soldadito de Esteban Alvarado", anticipaba Pereyra a Ferrato en uno de los emails aportados a la causa.