Dos hombres murieron por el intenso temporal, con fuertes lluvias y vientos, que azotó varios distritos de la zona metropolitana de Buenos Aires y del centro-este del país, provocó inundaciones, caídas de árboles, voladuras de techos y calles anegadas. En la ciudad de La Plata un hombre y su hijo murieron aplastados por un árbol que se desplomó sobre la vivienda en la que dormían junto a otros familiares, en el barrio de Tolosa. En la Ciudad de Buenos Aires, el temporal ocasionó pequeños anegamientos (de cordón a cordón) en los barrios de Pompeya, Barracas y Villa Soldati, y generó una importante acumulación de agua en el túnel de avenida San Martín, que llevó a cortar el tránsito de forma preventiva en esa zona, según explicó Defensa Civil.
El episodio trágico ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada en una casa situada en la calle 532, entre 15 y 16, de la capital bonaerense. Las fuertes ráfagas de viento derribaron un árbol añejo y de gran tamaño que se encontraba en el patio de la casa donde estaban durmiendo las víctimas, identificadas como Miguel Angel González, de 65 años, y Alejandro Alamo, de 22.
González, quien convivía con dos de sus hijos, la pareja de uno de ellos y un bebé de dos meses, falleció en el acto, mientras que el joven sufrió heridas por el impacto de una chapa que le perforó la zona abdominal, por lo que fue trasladado por los vecinos al hospital San Roque de la localidad de Gonnet, donde falleció desangrado.
Los vecinos lograron rescatar a la mujer de uno de los hijos de la víctima y a su bebé, quienes resultaron ilesos, mientras acudían al lugar efectivos del Comando de Patrullas, de la comisaría undécima, de Defensa Civil y del cuartel de Bomberos.
Una vecina que participó del rescate de los sobrevivientes sostuvo que el bebé “se salvó porque se dio vuelta el ‘huevito’ (el asiento semirrígido para traslados en autos) en el que dormía”. La UFI de turno caratuló el hecho como “muerte por accidente”.
Por otra parte, el temporal, con ráfagas de hasta 120 kilómetros por hora, dejó calles anegadas, postes y ramas caídas, y la rotura de un sector del techo del Estadio Unico de La Plata, que sufrió rajaduras y la destrucción de algunas de sus lonas.
Las fuertes lluvias también afectaron los distritos bonaerenses de Lomas de Zamora, Quilmes, Avellaneda y Florencio Varela.
En Lomas de Zamora la gran cantidad de agua caída afectó la esquina de las avenidas Eva Perón (ex Pasco) y Almirante Brown y varias manzanas de la zona, donde el agua superó el medio metro de agua en viviendas y comercios.
En la misma avenida Eva Perón –altura Rotonda de Pasco–, en el distrito de Quilmes, el agua alcanzó los 30 centímetros y provocó problemas de tránsito, además de anegamientos en la zona ribereña, desde la calle Cervantes hasta 200 metros antes de la autopista Buenos Aires-La Plata.
En Avellaneda, el agua estancada también complicó el transporte en la avenida Hipólito Yrigoyen, desde la altura de la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, donde el agua superó en algunos tramos los 30 centímetros, en dirección norte, sentido al Puente Pueyrredón.
En el partido de Almirante Borwn, en medio de las fuertes lluvias, 180 pacientes del Hospital Oñativia de Rafael Calzada debieron ser evacuados por un incendio en la sala de máquinas, que se habría generado por la caída de un rayo.
En Bahía Blanca, el temporal provocó la caída de un árbol sobre un auto y de varios cables de tendido eléctrico, sin que hubiera heridos.
En la Ciudad de Buenos Aires, las lluvias produjeron una acumulación de agua de 15 a 20 milímetros por hora, lo que motivó el alerta amarillo, según informó durante la mañana el director de Defensa Civil, Raúl Garnica.
La lluvia ocasionó anegamientos en los barrios de Pompeya, Barracas y Villa Soldati, donde el agua ingresó a las viviendas, y produjo complicaciones en los servicios de transporte.
El Premetro estuvo interrumpido y en la línea B del subte las formaciones no se detenían en la estación Callao por inundaciones. Los trenes también tuvieron problemas para realizar sus recorridos completos: el ramal Suárez de la línea Mitre hizo un trayecto corto hasta Miguelete y tras reanudar el servicio completo sufrió demoras y cancelaciones. La línea Roca, ramal Bosques (vía Quilmes), también tuvo servicio corto entre Constitución-Berazategui, por falla técnica, y el Belgrano Sur llegaba hasta Sáenz.
Con el correr de la mañana, la intensidad de la lluvia fue decreciendo hasta cesar por completo, aunque perduró la intensidad del viento sur que empujó al frente de tormenta hacia las provincias del norte.