La semifinal del Mundial de Clubes que jugaron ayer River y Al Ain fue el escenario para que la FIFA pusiera a prueba algunas modificaciones reglamentarias. El ensayo piloto arrancó con el saque de arco: desde el mismo momento en que el arquero ponía en juego la pelota, tanto los jugadores de su equipo como los rivales podían ingresar al área. Hasta ahora, esa posibilidad no estaba permitida, ya que para que el juego se reanudara la pelota debía salir del área. Si alguien tocaba el balón dentro del área a la salida del saque de meta, el saque debía repetirse. La otra modificación abarcó la regla de los cambios de jugadores: el futbolista que debía dejar el campo de juego lo hacía por el lugar más cercano (los límites laterales o de fondo) a su posición, en lugar de hacerlo siempre a la altura de la línea central como hasta ahora, en búsqueda de acortar los tiempos de demora en cada cambio.