La fractura hidráulica o fracking es una técnica de extracción de gas y petróleo que, según denuncian las organizaciones ambientalistas locales y mundiales, supone una grave amenaza para la salud y el medio ambiente. El método extractivo es para los ecologistas tan perjudicial como la megaminería y los transgénicos, otros focos a los que suelen apuntar.
Entre las consecuencias que tiene el fracking, las organizaciones señalan:
- Contaminación de aguas subterráneas: porque tras la perforación, se fractura la roca inyectando a altas presiones una mezcla de agua y arena con gran cantidad de productos químicos muy tóxicos.
- Fuerte consumo de agua: el procedimiento requiere alrededor de 20 millones de litros de agua limpia por cada pozo y operación.
- Contaminación del aire: parte de los tóxicos empleados son volátiles por lo que pasan fácilmente al aire.