Matías Gorenberg siempre supo lo que le gustaba y lo que quería hacer. Ya de niño se preguntaba el “por qué” de las cosas y le fascinaba descubrir cómo se mezclaban distintas sustancias, cómo reaccionaban y cómo cambiaban su color. Tanta era su pasión por los experimentos que jugaba a tener su propio laboratorio, hasta que un día llegó el obsequio más preciado: sus padres le regalaron un juego de química para niños.
Pasó el tiempo y el joven Gorenberg no cambió sus intereses: decidió anotarse en la Escuela Técnica Nº 27 donde logró recibirse de Técnico Químico, para luego inscribirse en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y estudiar ingeniería química, donde logró graduarse con 9.16 de promedio.
Hoy, luego de recibir el reconocimiento que distingue todos los años a los egresados sobresalientes de las carreras de ingeniería que se dictan en universidades del país, sean nacionales, provinciales o privadas, Gorenberg repasa, en diálogo con Universidad, los puntos destacados de su paso por la educación superior y los desafíos que se propone para los próximos años.
Suele considerarse a las ingenierías como carreras indispensables para el desarrollo, pero al mismo tiempo se las observa como alejadas de los problemas cotidianos. ¿Cómo observás este vínculo entre la universidad y la comunidad? ¿Considerás que la ingeniería puede aportar a mejorar la calidad de vida de la población?
Aunque asistir a la universidad es una elección de cada individuo, el país debe promover la preparación de personas educadas, que sean capaces de aportar al desarrollo social y económico. Este concepto está íntimamente relacionado con el crecimiento de la nación en sí que, a su vez, depende cuali-cuantivativamente de las personas que hayan sido preparadas. La calidad de la educación da como resultado un país más próspero. Por ende, es de vital importancia impulsar la investigación, la generación de nuevo conocimiento, la relación con la comunidad y el compartir la información existente (…).
Sé que puede ser dificultoso mensurar la importancia del rol de un ingeniero químico porque muchas veces se desconoce qué es lo que hace específicamente. Me pasa muy a menudo que la primera reacción luego de mi respuesta a la pregunta acerca de mi profesión es: “Yo pensaba que trabajaban en un laboratorio mezclando distintas sustancias”.
No obstante, nuestro aporte como profesionales puede verse hasta en lo más cotidiano del día a día. Desde la gasolina utilizada en los autos como energía para que puedan funcionar, hasta la pasta de dentífrico con la que nos cepillamos los dientes todos los días, pasando por el agua que tomamos o el diseño de plantas industriales de casi cualquier rubro. Somos quienes ideamos y desarrollamos los procesos industriales que permiten transformar, de manera eficiente, materias primas en productos de valor agregado, trabajando en equipos interdisciplinarios con otras especialidades.
Es por esto que la ingeniería no sólo puede, sino que debe procurar encontrar las soluciones más adecuadas para que vivamos mejor. Desarrollar nuevas tecnologías en busca de cuidar el ambiente en el cual vivimos, ofrecer a la sociedad productos de calidad manufacturados mediante procesos seguros, son sólo algunos de los ejemplos que están ligados al bienestar general. ¿Cómo no amar mi profesión si puedo ser artífice de generar que el pan que llega a la mesa de cada casa sea más sano y nutritivo? ¿Cómo no interesarme por la ingeniería si la misma se encarga de llevar a gran escala la producción de antibióticos o vacunas para curar o prevenir enfermedades?
En este sentido, ¿cómo ponderás el lugar de la divulgación dentro de la labor académica y de investigación?
Siempre le he dado una especial importancia a la comunicación. Creo que la misma es crucial en todos los niveles, tanto en términos académicos como para la construcción de relaciones interpersonales sanas y fructíferas. El acto de compartir conocimiento es imprescindible para alcanzar los objetivos de progreso. A partir de este hecho es que se generan los verdaderos cambios (…) ¿Es posible entonces pensar en alcanzar una correcta formación dejando de lado un factor clave como lo es la divulgación? La comunicación es, entonces, la encargada de impulsar interacciones que crean nuevos escenarios generando paradigmas que antes no existían.
Fuiste reconocido con el Premio Mejor Egresado de carreras de ingeniería de universidades argentinas. ¿A qué se debe este reconocimiento y qué significa para tu carrera?
La distinción es otorgada por la Academia Nacional de Ingeniería a los egresados de universidades nacionales, provinciales o privadas del país, que cumplan con los requisitos de recibirse dentro del tiempo estipulado como normal por el plan de estudios y obtener un promedio de calificaciones igual o mayor a ocho puntos. Su propósito es evidenciar públicamente a quienes se haya destacado por su capacidad al estudio dentro de su carrera universitaria, alentando de esta manera el desarrollo de jóvenes graduados en sus comienzos como profesionales.
Honestamente, cuando me notificaron que iba a ser premiado, sentí una mezcla de sentimientos encontrados. Primero sorpresa por la noticia, después alegría por el logro, y luego pensé inmediatamente en mi familia y amigos que estuvieron conmigo durante mi etapa como estudiante. Nunca he perdido la oportunidad de decirles cuánto les agradezco su apoyo y cariño incondicional porque, sinceramente, no hubiese sido lo mismo sin su acompañamiento.
El reconocimiento es para mí una caricia al alma. Considero que de alguna forma denota mi dedicación y voluntad para con el estudio, y particularmente el gusto por la carrera. De ninguna forma creo que una nota me represente. Detrás de cada número existe una historia, una anécdota, una lección aprendida. El hecho de haber sido distinguido es una invitación a continuar imprimiéndole ganas y esfuerzo a mi formación como profesional. Tengo muchísima expectativa de seguir aprendiendo el arte de la ingeniería.
En relación al futuro, ¿cuáles son tus próximos objetivos tanto en el plano académico como laboral?
En la actualidad me encuentro dando los primeros pasos como ingeniero dentro de la industria, específicamente dentro del interesante mundo del petróleo y gas. Tengo la suerte y el orgullo de trabajar en un equipo no sólo de buenas personas sino también sumamente capacitado. Valoro mucho cada día de trabajo porque considero que es una oportunidad única para aprender de mis colegas.
Mi idea es aprovechar al máximo cada instancia de aprendizaje. Uno de mis proyectos es comenzar una especialización en el tema. Creo que, en muchos aspectos, cualquiera sea la universidad, la misma debe buscar “aggiornarse” a las tecnologías, la información y el conocimiento de la actualidad.
Hoy en día, existe un importante desarrollo de herramientas informáticas (softwares) que permiten modelar sistemas complejos en poco tiempo y obtener resultados cada vez más cercanos a cómo un fenómeno ocurre realmente. Sería maravilloso incluir las nuevas metodologías y/o descubrimientos dentro de las materias.
Debemos responsablemente realizar una acción conjunta, transformarnos en agentes del cambio, y apoyar a quienes proponen ideas y se comprometen con la búsqueda de consolidar una educación de calidad y accesible para todos los que quieran involucrarse en el mundo académico. Personalmente, a corto y mediano plazo, ansío ser parte de esta transformación porque la considero necesaria. Desde mi punto de vista, sería una satisfacción enorme poder realizar un aporte para que las futuras generaciones de ingenieros sean las protagonistas de la construcción de un mañana mejor.
A largo plazo, mi mayor deseo es continuar preparándome a fin de contribuir intelectual y materialmente a la sociedad. De sólo imaginarlo me genera un sentimiento de realización inmenso.