Desde Santa Fe

Miguel Lifschitz arrancó ayer la campaña electoral con dos anuncios: ratificó que el candidato a gobernador del Frente Progresista será "mi amigo" -como llamó- al presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Bonfatti. Y propuso hacer una "consulta popular" sobre la reforma de la Constitución de Santa Fe, el mismo día de las elecciones del 16 de junio de 2019. "Para que los próximos legisladores puedan tener en cuenta el mandato popular sobre un tema tan importante para todos", reprochó. La postulación de Bonfatti cierra la interna oficial. "No es fácil que surja un candidato de fuste para competir con él", había dicho un rato antes. Y lo del plebiscito recoge el guante que arrojó allá por marzo el diputado del PJ Roberto Mirabella, un operador de confianza de Omar Perotti que presentó un proyecto de ley para "consultar la opinión de los santafesinos" sobre el asunto. De paso, el gobernador prolongó el suspenso acerca de si encabezará la lista de diputados provinciales del oficialismo, integrará una fórmula nacional de centro izquierda o ambas cosas: "La verdad es que no lo tengo definido".

Lifschitz ensayó un "balance de gestión" al cumplir tres años de mandato y once desde que gobierna el Frente Progresista, que el año que viene completará los doce. "Este proyecto no ha terminado todavía. Aún tenemos mucho que hacer en la provincia", arengó el mandatario. "Además, tenemos que seguir siendo un bastión progresista para esta Argentina desorientada, que no encuentra el rumbo ni el camino, para mostrarle que aquí hay un camino posible". Lifschitz hablaba desde el centro del escenario del Centro Cultural Provincial Paco Urondo, rodeado por su gabinete, y en primera fila, lo aplaudía Bonfatti. Quedó a la vista el acuerdo político para que su antecesor lo reemplace en 2019 en la Casa Gris y continúe con un cuarto gobierno socialista, hasta 2023.

El gobernador pasó la factura por su intentona de reformar la Constitución de la provincia que fracasó hace cuatro meses, a fines de agosto. El proyecto se cayó precisamente en la Cámara de Diputados, donde al bloque oficial le faltaron diez votos para aprobarlo. La reforma es "una bandera" que el Frente Progresista levanta "desde siempre y en todos sus gobiernos, sin claudicaciones". "No por una cuestión coyuntural ni oportunista", sino por la necesidad de "introducir cambios profundos en la arquitectura institucional de la provincia -planteó-. Muchos de los cambios que nos reclama la ciudadanía y otros que ya hemos logrado con leyes y decretos necesitan ser consagrados por la Constitución".

"No sería bueno que después de todo lo que avanzamos" hasta la caída del proyecto en la Legislatura, en agosto, "guardáramos la reforma en un cajón". Y fue allí cuando propuso que "aprovechar" las elecciones del 16 de junio de 2019, y además de elegir gobernador y vice, legisladores provinciales, intendentes y concejales, se realice "una consulta pública sobre la reforma constitucional". Para que todos los diputados y senadores que asuman el 10 de diciembre "puedan hacerlo con un mandato popular, para que nadie tenga dudas de si la gente quiere o no quiere una reforma de la Constitución".

"Recogemos así la propuesta de algunos candidatos de la oposición que lo habían sugerido", dijo Lifschitz en referencia al proyecto de Mirabella y Perotti. "Nos parece que siempre es bueno consultar a los ciudadanos, darles protagonismo y opinión sobre un tema tan importante. Además, despejamos del camino cualquier especulación sobre la conveniencia o no para la actual gestión de gobierno. Estamos dejando claro que el Frente Progresista va a seguir adelante con el proyecto de reforma de la Constitución", insistió.

En el cierre, Lifschitz ratificó que el candidato oficial será Bonfatti.  "Quiero desearle el mayor de los éxitos a quien representará al Frente Progresista en la carrera electoral: el ex gobernador y mi amigo, Antonio Bonfatti". El proceso electoral de 2019 "nos tiene que encontrar unidos". "La unidad del Frente ha sido" la clave de "cada uno de los triunfos electorales" en 2007, 2011 y 2015 y "gobernar con éxito. Cuando las coaliciones políticas se fragmentan pierden fuerza, pero además pierden valor para los ciudadanos que confiaron en ellas. Por eso, tenemos que seguir mostrándole a los santafesinos un proyecto de futuro para Santa Fe".