Con la caída del sistema PPP (Participación Público-Privada) que el gobierno nacional admitió y comunicó el miércoles, Rosario y su región le dicen adiós a media docena de obras públicas que integraban "el plan de infraestructura más grande del país", tal como promocionaba hace dos años el presidente Mauricio Macri. Se trata de los proyectos para mejorar diferentes tramos de ruta que sirven de acceso a la ciudad y a los puertos y fábricas del cordón industrial, en algunos casos hasta convertirlos en autopista.

El sistema PPP contemplaba -según lo había anunciado Casa Rosada en 2016- la inversión de 21.000 millones de dólares en obras públicas por todo el país entre 2018 y 2023. En Santa Fe ya descreían de tales previsiones: de 5.600 millones de pesos que se proyectaban invertir aquí, el gobierno ejecutó menos de 3000 millones en obras. El incremento del riesgo país hizo que Macri decidiera el miércoles frenar los llamados a licitación de los meses próximos. Hasta ahora, las PPP eran la única alusión a obra pública que la gestión Macri conservaba para cortar algunas cintas en el 2019 electoral. El Fondo Monetario Internacional no se lo objetaba. Pero la respuesta negativa del establishment lo persuadió de no aventurarse a gastar a cuenta.

En lo que interesa a Rosario, el PPP tenía un paquete de obras que por ahora quedarán sólo bocetadas en los tableros de ingenieros. A saber:

* Transformación en autovía de la ruta A-012 y mejoras en la A-008 por 73 kilómetros (período 2018-21).

* Tercer carril de la autopista Aramburu en 61 kilómetros entre San Nicolás y Rosario (período 2019-20).

* Nuevos accesos al aeropuerto de Rosario por 4 kilómetros, su conexión con autopista a Córdoba (período 2019-20).

* 37 kilómetros de autopista en la Ruta Nacional nº 11 (período 2018-21)

* Tercer carril de la autopista a Córdoba, entre las rutas A-008 (Circunvalación) y A-012.

"Esto es la crónica de un fracaso anunciado y evidencia la falta de un plan de desarrollo de país", despreció el socialista Joaquín Blanco, diputado provincial. El legislador hizo ayer de portavoz de la crítica que el Frente Progresista le prodiga al macrismo desde que en 2016 prometiera esas inversiones. "La baja del sistema PPP es un muestra más del deterioro económico y el consecuente encarecimiento del financiamiento. Entre la causa de los cuadernos y la crisis económica nacional, no existe credibilidad ni voluntad de las empresas de embarcarse en este tipo de iniciativas", definió. Con eso aludió al hecho de que muchas constructoras investigadas por el juez Claudio Bonadío quedaron descalificadas ante las fuentes externas de financiamiento por estar inmersas en una causa penal.

Según Blanco, el impacto alcanzará también a dejar en la nada los planes de convertir en autopista la Ruta Nacional nº 33, entre Rosario y Rufino, y mejoras sobre la Ruta Nacional Nº 9, como banquinas, luminarias y repavimentación.

El oficialismo santafesino lamentó la suspensión del sistema PPP, pero no se mostró sorprendido. "Licitaron algunas obras pero con la crisis cambiaria de este año ya se sabía que sería imposible de cumplir lo pautado. El sistema de financiamiento público privado exige estabilidad macroeconómica y solvencia fiscal del Estado de que en el futuro se hará cargo del pago de los certificados, y Argentina no tiene ninguna de las dos cosas", razonó el diputado del Frente Progresista. El ministerio de Economía tiene que este año Nación subejecutó en un 47 por ciento el presupuesto de infraestructura para Santa Fe. "De los $5.590 millones que se presentaron en el presupuesto 2018, apenas llegaron 2.986 millones. Los números exponen que, para Cambiemos, Santa Fe no es una prioridad", reprochó.