La desidia estatal tuvo su pico máximo en agosto, cuando un incendio provocó la destrucción parcial del frente, la marquesina y el techo del Presidente Alvear, el teatro público abandonado por la gestión macrista porteña que ya lleva cuatro años (más de 1650 días) cerrado y que se encuentra en un estado de vaciamiento total. Si bien el parte policial indicó que el fuego fue “producto del incendio de colchones de personas que duermen en el lugar” y no de algún factor propio del descuidado inmueble, la reacción de la comunidad cultural fue inmediata, con repudios y asambleas en la calle para que el oficialismo diera alguna explicación.
“Tenemos en carpeta un proyecto para su revalorización, para seguir consolidando el teatro público en la Ciudad”, prometió en ese momento Enrique Avogadro, ministro de cultura porteño, aunque evitó dar fechas o estimaciones. Eso recién llegó hace dos semanas durante la presentación de la programación 2019 del Complejo Teatral de Buenos Aires (que integra el Alvear, entre otros teatroa), cuando tanto Avogadro como Jorge Telerman, director general, prometieron que la “primera etapa” estaría terminada para finales de abril. Unos días después de eso se conoció un informe que Telerman envió a la Legislatura tras pedidos de informes múltiples sobre la situación del Alvear. Allí se anuncia que las obras estarán listas a fin del 2019, con un presupuesto total de $111.521.723,18, provenientes de la Subsecretaría de obras del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte.
El Alvear cerró el 24 de mayo del 2014 como producto de una crisis generalizada CTBA. Sin embargo, desde entonces no hay información pública sobre esa obra ni tampoco figuran detalles en la página de licitaciones, aunque en la web de la constructora hay fotos del proyecto como si estuviera terminado. Lo más curioso es que el año pasado y este, el ministerio de Cultura recibió respectivamente partidas de 50 y 35 millones para “obras de refacción” en el Alvear.