Los gobiernos de Francia y Alemania criticaron ayer la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quitar sus tropas de Siria. El mandatario argumentó su decisión conocida el miércoles porque asegura que ya alcanzó su objetivo de vencer al grupo islamita radical Estado Islámico (EI). El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, se mostró sorprendido con la decisión de Trump y denunció de inmediato que aún persiste la amenaza del grupo radical. “Existe el riesgo de que las consecuencias de esta decisión dañen la lucha contra el Estado Islámico y pongan en peligro los éxitos logrados”, señaló Maas con preocupación. Los terroristas todavía están activos en el este de Siria, agregó el ministro germano. Actualmente Siria cuenta con el apoyo de 2.000 efectivos estadounidenses y la mayoría de ellos están en misiones de apoyo y asesoramiento a las fuerzas locales de combate. El diplomático alemán agregó que está en estrecho contacto con Estados Unidos pero que aún tienen muchas cuestiones que aclarar. “En los próximos días y semanas tendremos que discutir qué consecuencias tiene esta decisión en la estrategia de la coalición contra el Estado Islámico”, indicó Maas. Desde hace tiempo Alemania participa en la lucha internacional contra el Estado Islámico en Irak y Siria.
El gobierno francés, por su parte, coincidió en las críticas. “Creemos que el Estado Islámico sigue siendo una amenaza en la zona del Levante y que esta organización terrorista puede seguir actuando en zonas más restringidas, especialmente en Siria”, dijo un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Francia. El gobierno francés comentó además que está negociando los plazos de retirada con Washington pero no precisó si la decisión de Trump afectará las operaciones de la coalición internacional que lucha contra el EI desde 2014 en Siria e Irak. “En las próximas semanas, Francia vigilará que esté garantizada la seguridad de todos los socios de Estados Unidos”.