A horas de un voto crucial en el Capitolio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a amenazar con un cierre del gobierno si no se incluye en el presupuesto una partida para la construcción del muro fronterizo con México. “Los demócratas, cuyos votos necesitamos en el Senado, probablemente votarán contra la seguridad fronteriza y el muro, aunque saben que lo NECESITAMOS DESESPERADAMENTE. Si los demócratas votan que no, habrá un cierre que durará por un periodo largo de tiempo. ¡La gente no quiere fronteras abiertas y crimen!”, lanzó Trump en Twitter mientras al cierre de esta edición la cámara Alta debatía la ley presupuestaria.
A pesar de los riesgos de un inminente cierre de la administración federal conocido como “shutdown”, Trump tuitió toda la mañana de ayer en defensa de los méritos de tener un muro en la frontera con México, cuyo financiamiento frena la aprobación del presupuesto en el Congreso. “Los demócratas están tratando de minimizar el concepto del muro, dicen que está pasado de moda, pero el hecho es que nada más funcionará, y ha sido así durante miles de años. Es como la rueda, no hay nada mejor”, tuitió el presidente a primera hora de la mañana.
El Senado debatía anoche el proyecto de ley que la Cámara de Representantes había aprobado el jueves para financiar la Administración hasta el ocho de febrero y que incluye los 5.000 millones de dólares necesarios para comenzar la construcción del muro. Sin embargo, parecía improbable su aprobación en el Senado debido a que la demócratas tenían suficientes votos para bloquearlo.
En ausencia de un compromiso entre las dos cámaras y la Casa Blanca, algunas agencias del gobierno federal deberán cerrar y dejar a sus empleados técnicamente sin trabajo, paralizando parte de la administración. El cierre se produciría en vísperas de Navidad y en momentos en que muchas oficinas están haciendo los balances de final de año. Aunque casi el 75 por ciento de los departamentos federales aprobaron presupuestos para varios meses y no se verá afectados, hay otras dependencias que sí sufrirían las consecuencias. Entre ellas figuran los departamentos de Seguridad Interior (DHS), de Estado, de Justicia, de Agricultura y de Transporte, además de otras agencias del gobierno federal. Además se espera que aproximadamente 380.000 personas queden licenciadas sin goce de sueldo, incluyendo el 95 por ciento de los empleados de la NASA y el Ministerio de Vivienda, y 52.000 empleados de servicios fiscales. Según el detalle del Partido Demócrata, cerca de 420.000 funcionarios públicos, cuyos servicios se consideran esenciales, tendrán que trabajar sin cobrar de inmediato: 150.000 empleados de la secretaría de Seguridad Nacional, de la que depende la policía de fronteras y el transporte, y más de 40.000 agentes del FBI, la agencia antidrogas DEA y la administración penitenciaria.
De llegarse a un cierre administrativo, sería el tercero que enfrenta Trump desde que llegó al poder a principios de 2017. El primer cierre se produjo en enero y se alargó durante tres días; mientras que el segundo, en febrero, duró apenas unas horas.
Luego de las elecciones de medio término los demócratas tomarán en enero el control de la Cámara de Representantes y podrán bloquear la financiación del muro en ambas cámaras, razón por la que Trump considera que esta es una de sus últimas oportunidades para financiar el muro. Sin embargo mientras corría el debate, Brian Kolfage, un veterano de la guerra en Irak, lanzó un “crowdfunding” o microfinanciación colectiva, que ayer sumó más de 11 millones de dólares.
Trump convirtió la lucha contra la inmigración ilegal en uno de los principales temas de su presidencia. A mediados de año fue duramente criticado por haber separado miles de familias en la frontera producto de su política tolerancia cero. Hace dos meses su política migratoria volvió a estar en boca de muchos luego de que la partida, rumbo a Estados Unidos, de una caravana de centroamericanos. Los migrantes dejaron sus países de origen deseosos de encontrar asilo en Estados Unidos, pero Trump les negó la entrada. Además la llegada de la caravana coincidió con las elecciones de medio término y Trump se sirvió de ella para agudizar su retórica antimigrante y denunciar una supuesta invasión.