Dice la frase hecha que uno puede perderse en un buen libro; también por los angostos callejones de Tokio, tan característicos de la capital japonesa. Pues, ha logrado el diseñador Monde, de la susodicha urbe oriental, aunar a ambos modos de extraviarse en su más reciente y viralizado proyecto: bonitillos y detallados dioramas de callejuelas que son, además, ocurrentes sujetalibros de madera, listos para  emperifollar estanterías de todas las latitudes. “Es la primera vez que mi trabajo resuena tanto con la gente. Tan solo hice lo que me gusta, en formato pequeño, esperando no solo interesar a vecinos de Japón sino también a personas de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá...”, asegura el varón, que presentó recientemente sus estrechos pasajes / sujetalibros en el Design Festa, popular festival de artes y artesanías donde miles y miles de artistas amateurs y profesionales exhiben sus más recientes piezas. La de Monde atrapó el interés de tantísimos, que compartieron sus réplicas de callejones en redes, multiplicando el hype. “Dos años atrás, me propuse que la decoración de Tokio llegue a los estantes, buscando emular la ciudad de mis amores en espacios reducidos, generando caminos (o laberintos) entre los propios libros”, cuenta el señor de pulso envidiable, que ofrece distintos modelos, algunos alumbrados por suaves luces. Por lo demás, sorprendido y encantado por la recepción positiva, ha comenzado a tomar pedidos vía Twitter. Por montos bastante elevados: 25 mil yenes cuesta hacerse de una mini callejuela, a razón de 200 dólares. Para colmo, aclara que con tantos pedidos, el envío anda demorado; a tener en consideración.