El gobierno alemán dispuso endurecer las reglas para los inversores extranjeros interesados en adquirir participaciones de empresas alemanas. A partir de ahora, las autoridades alemanas podrán examinar cualquier compra efectuada por un inversor de fuera de la Unión Europea de más de 10 por ciento de participación en empresas de un sector considerado “sensible”. Hasta ahora, el umbral estaba en el 25 por ciento. La reglamentación afecta los rubros de defensa e infraestructura crítica y también tiene por fin impedir intentos de espionaje. Círculos del Gobierno aseguraron que no se trata de una ley para dificultar el creciente desembarco de inversiones chinas en Alemania. Los sectores que abarcan las nuevas disposiciones son telecomunicaciones, seguridad de la tecnología de la información, plantas energéticas, redes eléctricas, suministro de agua y alimentos, servicio de pagos, operaciones de títulos y derivados, sistemas de información de los hospitales, tráfico aéreo, ferroviario, fluvial y marítimo y sector de software.