El River de Marcelo Gallardo se subió al tercer escalón del podio en el Mundial de Clubes. Lo logró con un contundente 4 a 0 ante el Kashima de Japón. Un gol de cabeza de Franco Zuculini, a la salida de un corner, puso en ventaja al equipo argentino. En el complemento, aumentó Pity Martínez. Luego Borré marcó de penal y el Pity puso cifras definitivas con su segundo tanto. 

El conjunto de Núñez llegó herido al partido tras la inesperada derrota con el Al Ain por penales, que lo privó de lelgar a la final con el Real Madrid y derivó en cargadas de los hinchas de Boca, heridos aun por la derrota en la final de la Libertadores en Madrid. Enfrente estuvo el Kashima, campeón de Asia y víctima del Madrid en semifinales. Antes, los nipones habían dado la sorpresa al eliminar en la ronda previa al Guadalajara de México.

Iban 24 minutos del primer tiempo y el Kashima acababa de cambiar a su arquero por lesión. Un tiro de esquina fue conectado de cabeza por Zuculini, que puso arriba en el marcador a River. A partir de allí pudo regular los tiempos, en un encuentro que contó con varios jugadores que habitualmente no suelen ser titulares, como Germán Lux, que volvió al arco después de meses de inactividad a la sombra de Franco Armani.

En el segundo tiempo, llegó el vendaval ante un Kashima que poco pudo hacer ante la superioridad de River. Una buena combinación permitió que Martínez definiera a los 28 minutos. Así, River dio el golpe de KO a su rival. Borré de penal aumentó a los 42 y sobre la hora llegó el segundo tanto del Pity. Un broche de oro para la despedida del jugador, que seguirá su carrera desde enero próximo en el Atlanta United de la liga norteamericana, que acaba de coronarse campeón. Para el recuerdo de los hinchas quedará su corrida interminable de 70 metros hacia el arco vacío de Boca en la última jugada del partido en el Bernabéu, que dio la cuarta Libertadores a los millonarios.

River se despidió de manera agridulce de 2018 en Abu Dhabi. Llegó con la ilusión de jugar la final con el Real Madrid y conseguir frente al poderoso conjunto español su segundo título mundial, luego del obtenido en 1986 en Tokio ante el Steaua Bucarest de Rumania en la vieja Copa Intercontinental. Los penales ante el Al Ain lo evitaron, luego de un partido igualado en dos tantos en el que se vio a un River que aun tenía la cabeza en Madrid. 

EFE
Borré ya remató su penal: es el tercer gol de River.

Ahora, queda la mira en 2019, con la Recopa Sudamericana ante Atlético Paranaense de Brasil, ganador de la última Sudamericana, en el horizonte. También tendrá por delante la defensa de su título en la Libertadores y mejorar su ubicación en el torneo local, bajo la batuta de un Gallardo que es intocable para los hinchas.

Mañana tendrá el festejo de la Libertadores con su público en el Monumental. Una fiesta que no se pudo dar por la mudanza a Madrid para jugar el partido tras la polémica por los piedrazos al micro de Boca. La final más larga, que se comenzó a jugar en la Bombonera el 10 de noviembre, tendrá recién entonces su punto final, con el Mundial de Clubes ya disputado, cuando River vuelva a suelo argentino y pueda dar la vuelta olímpica frente a los hinchas en un estadio repleto.