Sin reelección en Santa Fe, el gobernador Miguel Lifschitz se sumó al armado de un frente nacional para 2019, reflotó la idea de una transversalidad y propuso un nombre: Roberto Lavagna. Lifschitz consideró ayer que el ex ministro de Economía puede ser "el hombre del consenso" de cara a las elecciones generales de 2019, y afirmó que la oposición debe presentar en los comicios "una propuesta transversal que supere la polarización" entre el oficialismo y el kirchnerismo.

"Lavagna puede ser el hombre del consenso que necesitamos para dejar atrás la polarización. Estuve conversando con varios gobernadores e incluso con Ricardo Alfonsín (dirigente de la UCR) y coincidimos en que la propuesta de la oposición debe ser transversal", señaló Lifschitz en declaraciones a FM La Patriada.

En ese sentido, el mandatario observó que la situación que encontrará el el gobierno que surja de los próximos comicios presidenciales "será muy complicada".

"La realidad de los números es muy complicada en el país. El presidente (Mauricio Macri) no ha cumplido ninguna de sus metas. La recesión tiene un efecto que se va acumulando y en los próximos meses se va a agravar", añadió.

El gobernador confirmó además que Antonio Bonfatti será el candidato que presentará el Partido Socialista para conducir el Poder Ejecutivo del distrito.

Fue una semana movida para el gobernador santafesino que decidió anunciar que el candidato único del Frente Progresista para la gobernación será Antonio Bonfatti. Es un cambio importante de actitud ya que en primera instancia Lifschitz se había inclinado por la hipótesis de que el Frente tenga una PASO animada. Sobre todo "teniendo en cuenta que, por lo que parece, el justicialismo y también Cambiemos se encaminan a procesos internos para definir sus candidatos a la Casa Gris", había dicho el mandatario. Incluso, hasta se animó a decir que "ahí hay varios de mis ministros que podrían ser precandidatos", pero cuando se le repreguntaba sólo mencionaba a su cuestionado ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro. Pero los últimos acontecimientos ponen en jaque a ese ministro que, muchos se preguntan cómo es que sigue en el cargo, tras las numerosas balaceras en la ciudad de Rosario.

Pero Lifschitz cambió de parecer y se sumó de lleno a la campaña de Bonfatti, que nunca dejó de ser su rival interno, aunque ambos entienden la urgencia del ahora: Tratar de conservar el poder en la provincia. Es más, Lifschitz ya declaró que la pelea de fondo en Santa Fe "será con el justicialismo, es lo que están marcando todas las encuestas", aseguró.