Los chalecos amarillos, el movimiento que puso en jaque al presidente francés Emmanuel Macron, volvió a tomar el centro parisino en su sexta jornada. Esta vez, el movimiento ideó una maniobra de despiste: anunciaron en Facebook una gran marcha en Versalles (al oeste de París), pero se presentaron por sorpresa en las escalinatas de la basílica del Sagrado Corazón, en el barrio de Montmartre, sobre una colina en el extremo norte de la ciudad. La sexta jornada registró otra innovación: esta vez bloquearon varios pasos fronterizos con España, Bélgica e Italia. Y el sábado tuvieron su réplica en Portugal. El ministerio del Interior informó que se produjeron 220 detenciones en toda Francia, 142 en París. Ayer, bajo la acusación de portar un arma prohibida, la policía detuvo a Eric Drouet, uno de los líderes del movimiento.
Los participantes vestidos con sus simbólicos chalecos fluorescentes, forzaron a la policía a desplegarse rápidamente para acordonar la marcha. Descendieron desde Montmartre hacia las inmediaciones del palacio presidencial del Elíseo, y después se dispersaron por el centro de la ciudad. Algunos marcharon de nuevo por la avenida de los Campos Elíseos y junto al Arco del Triunfo y otros por la zona de los Grandes Bulevares. Sin embargo, los datos oficiales indican que el movimiento que nació con la exigencia de bajar el precio de la nafta y exige ahora la renuncia de Macron, va perdiendo poder de convocatoria. El Ministerio de del Interior informó que en la primera marcha (17/11) participaron 282 mil personas en todo el país; en la segunda 166 mil, en la tercera y en la cuarta 136 mil, en quinta 66 mil y ayer la mitad. Sin embargo sí aumenta el número de muertos. Producto de un choque contra un camión detenido por la movilización, murió ayer un hombre de 36 años en la localidad de Persignan, sur de Francia. Con él ya suman diez las víctimas desde que inició el movimiento a mediados de noviembre.
La jornada transcurrió con relativa calma en la capital francesa. Los incidentes comenzaron al caer la noche, en el momento de la desconcentración. Un grupo de encapuchados se enfrentó con la policía que comenzó a lanzar gases lacrimógenos y a disparar balas de goma.
La Asamblea Nacional donde el partido de Macron tiene mayoría, aprobó el jueves gran parte de las medidas anunció días atrás en beneficio del los chalecos amarillos. En respuesta a las intensas manifestaciones, el gobierno anuló el aumento de la nafta, y otorgó 100 euros a aquellos que cobraran el salario mínimo. En paralelo, aprobó una partida de 300 euros para 110.000 policías y gendarmes movilizados desde que el 17 de noviembre empezaron los bloqueos.
Además Macron puso en marcha un proceso para organizar debates abiertos a todos los ciudadanos del país, entre enero y marzo. En un intento de reconectar con una ciudadanía que le percibe como un líder distante y arrogante. Así se percibe también su mensaje de este jueves dirigido a los firmantes de la petición que lanzó la ciudadana Priscillia Ludosky, en la plataforma change.org. La propuesta de la joven fue persigue la conseguir firmas para que el mandatario baje el precio de la nafta. Luego de varios meses de campaña, la página ya tiene más de un millón de firmas. “Al interpelarme con esta petición usted han hecho una acto ciudadano. Este diálogo, si están de acuerdo, deseo proseguirlo”, respondió Macron a la iniciativa, según informa el diario ElPaís.