Una foto de dos presos en malla posando frente a una pileta de lona en la cárcel de Coronda, que publicó el sitio web Sin Mordaza, desató un escándalo nacional. Uno de los detenidos es Quique Leiva, ex jefe de la barra brava de Colón de Santa Fe, condenado por homicidio. Según la publicación, el acceso al chapuzón era administrado por este preso, al que calificaron como "vip". Más tarde, el secretario de Asuntos Penitenciarios, Pablo Cococcioni, salió a decir que no existen presos privilegiados y defendió la autorización para tener un piletín, en especial los días de visita, cuando llegan los hijos de los internos a un lugar de detención donde prima el hacinamiento. El funcionario provincial aclaró que la pileta en Coronda "fue considerada como una opción para mitigar un poco el calor que hace en el pabellón, donde llega a haber una sensación térmica de hasta 60 grados. Pero fue dedicada a las visitas, sobre todo a los niños de los presos". Más allá de la polémica, ninguna ley impide que los detenidos tengan una pileta de lona.

Porque el calor no debiera ser un castigo adicional, Coccocioni aseguró que la de Coronda no es la única pileta de lona en cárceles de la provincia. "Entre la Unidad Penitenciaria 6, Piñero, Coronda, se autorizó la colocación de 15. Algunas están en patios, esas no se desarman al otro día de las visitas", admitió. El funcionario provincial negó que se trate de un beneficio para presos privilegiados, regenteado por Leiva.

En declaraciones a La Ocho, Cococcioni afirmó: "Sí, es una pileta. En muchos pabellones se ha autorizado su utilización, pensando primordialmente en los chicos que van los fines de semana a visitar a sus padres detenidos. Más allá de que no está prohibido que alguno de los presos se tire a una Pelopincho".

El funcionario responsable de Servicio Penitenciario reconoció que "este tema puede generar polémica si uno cree que un preso tiene que estar en la cárcel para sufrir y que no tiene derecho a ninguna de las comodidades similares a las que tenemos quienes estamos en libertad tenemos. Si uno parte de esa base, todas estas cosas deben parecer irritantes".

Cococcioni negó que el armado de la pileta obedezca o esté relacionada a los mandatos de un ex barrabrava de Colón que cumple condena en la cárcel más grande de la provincia. "Eso es una barbaridad. Es absolutamente falso. No es verdad que se haya autorizado esta pileta en ese pabellón porque esta persona está alojada allí. En la mayoría de los pabellones del sistema penitenciario de Santa Fe se han autorizados piletas de reducidas dimensiones, y bajo ciertas condiciones, para mitigar los efectos del calor sobre las visitas, especialmente en menores de edad y mujeres".

"A nuestro criterio no se trata de un elemento riesgoso. No imagino como podría alterar la seguridad del penal o favorecer una evasión o motín el hecho que haya una Pelopincho", agregó el titular del Servicio Penitenciario.

En tanto, y a raíz de la polémica, la madre de Leiva fue entrevistada en una radio de la ciudad de Santa Fe. "Tenemos que escuchar tantas mentiras, inventos y barbaridades que dicen porque no nos conocen. Es así: para Navidad pusimos un piletín infable que compramos entre todos. Es para los hijos de los presos que van de visita los sábados pero no es para Quique Leiva ni para los presos. Me gustaría que pudieran ver que durante la semana sigue desinflado, no se usa", afirmó Mercedes. "Tampoco es cierto que Leiva manda, da órdenes o decide nada. O que es preso vip. Esto fue autorizado y es para los niñitos", sostuvo. En ese marco, desde la radio LT10 de Santa Fe consultaron al padre Walter González Montaner, víctima de Leiva. "Si mi hijo hubiera sido hijo suyo no brindaría esas comodidades, ni celulares, ni acceso a internet", dijo Raúl González Montaner.