Ocho personas murieron y 22 resultaron heridas el martes cuando un autobús en el que se producía una toma de rehenes embistió a peatones en el este de China, anunciaron los medios oficiales. Un sospechoso armado con un cuchillo fue detenido por la policía, precisó la cadena de televisión pública CGTN en su cuenta de Twitter.
El drama tuvo lugar alrededor de las tres de la tarde en la ciudad de Longyan, en la provincia de Fujian, precisó el diario local Minxi Ribao. La Policía de Longyan dijo en un comunicado ayer que el autobús fue secuestrado ayer al mediodía y que luego fue utilizado para atropellar a varias personas que caminaban por la calle mientras el vehículo estaba bajo control del hombre armado. Ante la requisitoria de los periodistas de mayores detalles, la policía rechazó comentar el caso.
Aún se desconocen los motivos del sospechoso. Una investigación ha sido abierta. Entre las personas fallecidas está un policía. Sin embargo, medios chinos comentaron que los primeros indicios apuntan a que el sospechoso tuvo una disputa horas antes con un miembro de un comité de distrito durante una visita a su vivienda. Según la agencia china Xinhua, el sospechoso tiene 48 años. Antes de tomar el control del autobús, atacó a una pasajera, según informó Duowei, un medio de comunicación chino con sede en Estados Unidos.
Las imágenes difundidas por usuarios en redes sociales, publicadas por varios medios de comunicación chinos, muestran una escena caótica en las calles, con varias motocicletas con daños y heridos tendidos en el suelo. Uno de los vídeos muestra a agentes de la Policía tratando de doblegar al sospechoso del ataque.
Vídeos difundidos en las páginas web de los medios Caixin y Global Times muestran un autobús vacío y dañado parado en medio de una avenida. Varios cadáveres yacen en el suelo alrededor del vehículo, mientras que los agentes controlan a un hombre ante los ojos de varios curiosos.
Pese a que China trata de mantener siempre su imagen de país seguro, los ataques en lugares públicos son bastante comunes, así como los sucedidos en centros escolares. El mes pasado un estudiante universitario mató a una persona e hirió a otras 11 en una escuela en la ciudad de Kunming (suroeste de China), una semana después de que cinco niños murieran y 19 resultaran heridos cuando un automóvil atropelló a un grupo que cruzaba una calle frente a una escuela en Huludao, noreste de China. El pasado 26 de octubre una mujer de 39 años hirió con un cuchillo de cocina a 14 niños en una guardería en el municipio de Chongqing, en el oeste del país.