Una fiesta clandestina en la vía pública de La Plata se convirtió en la madrugada del 25 en una batalla campal entre 300 personas, en la que un funcionario municipal recibió dos apuñaladas y policías de la Bonaerense dispararon balas de goma hacia los más de mil jóvenes que pedían que no se clausurara el evento. En la fiesta, que se desarrollaba en la esquina de las calles 10 y 63 de la capital bonaerense, vendían bebidas alcohólicas a menores de edad y, según las denuncias de vecinos, durante el evento se habían producido robos.
Policías de la Bonaerense llegaron al lugar acompañados por el secretario de Nocturnidad de Control Ciudadano, Emanuel Reyes, para interrumpir la fiesta, después de detectar la presencia de menores. De acuerdo con el relato policial, los jóvenes se negaron a retirarse del lugar, por lo que comenzó una discusión que subió de tono hasta que un grupo de asistentes empezó a arrojar piedras contra los patrulleros y vehículos de la municipalidad. Dos policías habrían resultado heridos.
En medio de la pelea que protagonizaron cientos de jóvenes, también resultó herido el secretario Reyes, quien fue atacado en los pectorales y el abdomen con un arma blanca. El funcionario permaneció internado algunas horas en el hospital San Martín de La Plata, donde se constató que las lesiones no revestían riesgo de vida y que el puntazo en el pecho no había alcanzado a perforar los pulmones, por lo que tras las curaciones los médicos le dieron el alta. Por el intento de homicidio fue detenido su agresor, identificado como Felipe Garza, a quien se le secuestró la navaja utilizada en el ataque.
El viernes, la municipalidad de La Plata había puesto en marcha un operativo para detectar la realización de fiestas clandestinas, muchas de ellas convocadas por redes sociales.
El secretario local de Convivencia y Control Ciudadano de La Plata, Roberto Di Grazia, explicó que el operativo permitió desbaratar durante la Navidad 50 fiestas ilegales, algunas de las cuales se realizaban en propiedades privadas con piletas sin perimetrar y con ingreso de gran cantidad de gente; o eran fiestas donde entraban menores de edad y había alcohol.
“Y en ese marco nos enteramos que por medio de whatsapp y redes sociales se había convocado a una fiesta en la vía pública, en las calles 10 y 63 de La Plata, por lo que de inmediato concurrimos al lugar”, relató di Grazia. Al llegar, los inspectores y la policía vieron que unos 800 jóvenes habían cortado las calles con vehículos y celebraban una fiesta en la vía pública, con equipos de sonido y heladeras que contenían bebidas alcohólicas.
Di Grazia señaló que “se trató de disuadir a los jóvenes, decirles que había quejas de vecinos que no podían ingresar a sus casas, quejas por el ruido y remarcarles que a 50 metros de esa fiesta está la Clínica del Niño”. “Incluso había rateros en motos robando los bolsos de asistentes a esta fiesta ilegal”. aseguró el funcionario.