Pasó el momento que suele ser más intenso para las ventas navideñas y a los comerciantes del centro rosarino les quedó un sabor a resignación e inquietud porque la actividad fue menor que la esperada: el consumo en el principal centro comercial de la ciudad estuvo alrededor de un 10 por ciento por debajo respecto de las vísperas navideñas del año pasado. Compras promedio de 800 pesos por comercio y la sensación compartida de que muchos comercios y pymes optaron por resignar rentabilidad para no quedarse con demasiada mercadería en stock.

El balance partió de la Asociación Casco Histórico (ACH), una de las entidades que representa a algunos comercios del centro. "Las ventas en términos porcentuales interanuales promedio, cayeron en el orden de un 10% respecto del año anterior en unidades vendidas. Estamos manejando un ticket promedio de $800 para todos los rubros, en algunos supera los $1500 y en otros fue de no más de $500", abundó Fabio Acosta, titular de la institución mercantil. Eso implica que el monto promedio de compras en esta navidad fue un 30 por ciento superior al promedio de hace un año, lo que -inflación superior al 40% mediante- lleva a inferir que el consumidor esta vez ajustó su billetera. El titular del Centro Unión Almaceneros, Juan Milito, observó el cambio de actitud de la clientela. "Se agravó mucho la crisis y el consumo se retrajo de manera muy importante", dijo a Rosario/12 en la nota publicada este lunes.

El grueso del comercio apenas pudo arrimarse al nivel de actividad de finales de 2017 con estrategias varias, algunas extremas como los descuentos de hasta 50 por ciento en algunos rubros, o la primera edición de lo que se dio en llamar "La noche de las galerías comerciales", y locales gastronómicos que llegaron a promocionarse con un 2x1 en tragos como para atraer clientes.

"La ayuda del estado también se hizo notar, y dio el presente para ayudar al comerciante del área central, golpeado por la recesión económica y aumentos de gastos fijos, que ahogaron en muchos casos hasta el cierre o reducción del personal , reforzado solo por estos días, cercanos a la navidad", dijo Acosta, condescendiente. Se refirió a los espectáculos que proveyó la Municipalidad de Rosario para complementar la actividad comercial de las galerías, y electrodomésticos para repartir en sorteos promocionales que se ofrecieron en los últimos días en numerosas casas comerciales del microcentro.

El balance de la ACH está en sintonía con las mediciones de la Came (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), que ayer difundió su estudio de fin de año. Según esta cámara, los trece rubros que integran su canasta navideña funcionaron hasta un 14% menos que el año pasado, como en el caso de "Joyerías y Relojerías", siempre medidas en cantidades. Otros rubros con bajas acentuadas fueron: "Electrodomésticos y electrónicos" (-11,8%), "Ropa de cama y textil blanco" (-13,4%), "Indumentaria y lencería" (-11,6%), "Bijouterie y Accesorios" (-11,3%), y "Videojuegos y artículos de computación" (-11,3%).

Los ramos con menos caídas fueron: "Alimentos y Bebidas" (-3,8% de caída frente a la navidad pasada), y "Perfumerías y Cosméticos" (-2,3%).

"Así y todo, las previsiones de bajas interanuales se cumplieron sin atenuantes y todas las cámaras nacionales coinciden por estas horas, con esta realidad, que, aunque hubo respiro por esta remontada de fin de año, el balance no es favorable si tenemos en cuenta que venimos perdiendo ventas desde enero del presente año", señaló la ACH en su informe.

Desde su rubro, el almacenero Milito reveló antes que este año cerraron unos 600 negocios chicos del ramo como efecto de la recesión. Y, al igual que Acosta, también manifestó preocupación por lo que suceda una vez que pasen las ventas de fiestas de fin de año que, encima, no están siendo nada pródigas.

"Nuestro temor radica en los rumores que venimos escuchando y versiones de comerciantes que venimos recogiendo en persona, que nos dicen que luego de las fiestas no renovarían el contrato de alquiler, habida cuenta de lo que vivieron este año y de lo que se proyecta para el próximo, aumentos ya confirmados de servicios y de impuestos, aumento del dólar, con todo lo que esto significa para el consumo, ya retraído", analizó el titular de la ACH.

En contraste, vaticinan los comerciantes pymes, quedarán en pie las firmas con más espalda financiera y las cadenas de marca. "Son los grandes empresarios del centro que tienen diversificada su cartera de inversiones; en cambio, los que viven de un mostrador solamente ya vendieron su auto, resignaron vacaciones para sostener su pequeño comercio que, en muchos casos, es atendido por ellos mismos por no poder pagarle a un empleado, siquiera", se quejó Acosta.

Con este panorama, el dirigente de la ACH advirtió el riesgo de que desde este verano se profundice un proceso de desertización comercial del centro ante la caída de contratos por alquileres impagables. "Hay casos de una sola familia que maneja más de 50 locales, propietarios con los que venimos hablando para que no pase lo del 2001: es preferible bajar los alquileres antes que tener el local vacío", dijo.