La Justicia de Tucumán le dictó la prisión preventiva al policía federal Víctor Hugo Cuozzo por el homicidio de Claudio Adrián Sánchez, de 28 años, a quien asesinó por la espalda, de un disparo en el cuello, por creer que se trataba de un ladrón. El hecho ocurrió el 6 de noviembre pasado, en horas de la noche, cuando la víctima se había bajado de su moto porque se había activado la alarma y estaba tratando de desactivarla. El policía, que estaba de licencia, disparó contra Sánchez porque pensó que estaba robando la moto que en realidad era suya, luego de escuchar la alarma y el comentario de algunos transeúntes que creyeron en forma errónea que se trataba de un robo. La Justicia dictó la preventiva por el plazo de dos años, hasta que se realice el juicio oral.
El crimen se produjo en la esquina de Juan B. Justo y Francisco de Aguirre, en Villa 9 de Julio, en el norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán, cuando el imputado se encontraba realizando compras en una verdulería. Según el relato del policía, escuchó que varias personas gritaban alertando sobre el presunto robo de una moto. Sin más trámite, como se pudo establecer en la causa mediante las imágenes registradas por las cámaras de seguridad, el sargento de la Federal disparó contra el supuesto ladrón, que en ningún momento hizo movimiento alguno que hiciera pensar que Cuozzo pudiera correr algún peligro para su vida.
El policía, luego de prestar declaración, siguió en libertad hasta el 23 de noviembre, con el argumento de que en la escena de los hechos se encontraron dos armas, la reglamentaria de Cuozzo y la que portaba la víctima. Omar Sánchez, el padre de Claudio, explicó que el joven tenía el arma encima “porque la había estado limpiando y supongo que la tenía con él por precaución”. Sánchez, cuya esposa se encontraba trabajando, había salido a acompañar a la niñera que cuida de sus dos hijos, uno de 2 años, y el otro de dos meses.
El padre de la víctima dijo que Claudio “siempre acompañaba a la chica por razones de seguridad” y que por eso llevaba el arma, a la que en ningún momento hizo intentó sacar de la cintura, como se observa en las imágenes de las cámaras de seguridad. Por el disparo recibido, la víctima fue internada en el Hospital Padilla en estado de coma y falleció días después.
El padre de Sánchez, luego de conocer la noticia sobre la prisión preventiva de Cuozzo, reiteró que los familiares están “indignados porque desde el primer momento está claro que esta persona (por el policía) lo que hizo fue una ejecución porque le tiró directamente a matar, lo que indica que sin duda fue un caso de gatillo fácil”. Recalcó que lo que hizo Cuozzo “no tiene perdón porque en el video se ve que mi hijo no hace nada”.
El abogado Javier Lobo Aragón, que representa a la familia de la víctima, dijo que ahora quedó claro lo que había anticipado en el sentido de que “el relato del policía era falso, porque Cuozzo estaba de civil y en día de descanso y en los videos quedó probado que Adrián no era ningún motochorro sino un trabajador de los medios privados de comunicación, dedicado a su oficio y hoy deja a una familia sola”. La víctima trabajaba en una empresa privada de televisión.
Lobo Aragón insistió en que “el mejor testigo del caso son las cámaras de seguridad porque pudimos rescatar las imágenes de un local de la zona y de esa forma reconstruir los hechos”. Destacó que el victimario es “un policía federal que conoce el procedimiento y en las imágenes el chico nunca sacó el arma”. El imputado tiene 27 años y se desempeñaba como agente en la Cámara de Apelaciones Federales de Salta. Estaba en Tucumán, de licencia. En el caso intervienen el fiscal Claudio Bonari y el juez subrogante Facundo Maggio.