Los cortocircuitos entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el titular de la Reserva Federal, Jerome Powell, por el manejo de la política monetaria promovieron un lunes negro en Wall Street. El índice industrial Dow Jones perdió anteayer 653 puntos, un 2,9 por ciento, en una acotada jornada en vísperas de la Navidad, que se suma a la semana negativa que tuvieron los principales índices bursátiles en Nueva York. Este recorte se potenció al conocerse que durante el fin de semana el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, había convocado a los principales banqueros del país a una reunión del comité de crisis para analizar el derrotero de la semana pasada. Pese a que los representantes de los mayores bancos de Estados Unidos aseguraron que los niveles de liquidez son sólidos, la ola de ventas se profundizó en Wall Street y contagió a las bolsas europeas. En el mercado de Tokio, el índice Nikkei cayó ayer 5,01 por ciento, hasta su nivel más bajo desde abril de 2017.
La semana pasada se reunió el Comité de Política Monetaria de la Fed y en ese encuentro se acordó una nueva suba en la tasa de interés rectora de un cuarto punto, al rango de 2,25 y 2,50 por ciento anual. En horas previas al inicio del convite, Trump había cuestionado duramente al organismo y principalmente a su titular, a quien designó hace poco más de un año. El magnate de la construcción considera que la inflación está controlada y que sería un error enfriar la economía con una suba de tasas de interés. Pero la Fed no cedió a las presiones y subió la tasa. Ahora Trump amenaza con despedir a Powell.
El lunes, antes de que abriera la negociación bursátil previa a Nochebuena, el mandatario estadounidense reiteró que el “único problema” que tiene su economía es la administración de la Fed. “No puede anotar porque no tiene delicadeza -no puede con los golpes suaves!”, dijo utilizando una metáfora de golf. Prensa local informó que incluso Trump había discutido el impacto de despedir a Powell, aunque Mnuchin fue quien rechazó esa posibilidad.
Durante la jornada también recrudecieron las preocupaciones por el punto muerto en el Congreso sobre la exigencia de más fondos para un muro en la frontera con México y la renuncia del secretario de Defensa Jim Mattis tras la sorpresiva decisión de Trump de retirar las tropas estadounidenses de Siria. Por su parte, Mnuchin informó a través de su cuenta de Twitter que los CEOs de los principales bancos de Wall Street le “confirmaron que tienen suficiente liquidez disponible para otorgar préstamos a consumidores, negocios y todas las demás operaciones del mercado”. La inusual información pública vertida por un secretario del Tesoro profundizó las preocupaciones.
Además de la pérdida de 2,9 por ciento del Promedio Industrial Dow Jones, el lunes también retrocedieron el índice S&P 500, 65 puntos o 2,7 por ciento, y el Nasdaq Composite, 140 unidades o 2,2 por ciento. Durante la víspera de navidad el petróleo WTI se retrajo más de 6 por ciento hasta ubicarse por debajo de los 43 dólares el barril, mientras que el Brent cotizó en 50 por ciento. La semana pasada acumularon una caída de más de 11 por ciento, tocando sus niveles más bajos desde el tercer trimestre de 2017, debido a que el exceso de suministro mantuvo alejados a los compradores antes de las fiestas de fin de año.
El contagio a las bolsas europeas fue inmediato, con la salvedad de la plaza de Francfort, que permaneció cerrada y escapó de la ola vendedora. El principal índice de París se retrajo 1,4 por ciento, seguido por Madrid, con 0,9 por ciento y Londres, 0,5. Las acciones europeas han caído casi un 14 por ciento en lo que va del año y se encaminan a su peor desempeño en una década (desde 2008).