El estimador del nivel de actividad económica del Indec reflejó para octubre una caída de 4 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado. Es el séptimo mes consecutivo de caída en el indicador, el cual tras un amesetamiento del nivel de actividad entre septiembre del año pasado y marzo último, pasó a exhibir caídas interanuales constantes. La comparación de los primeros diez meses de 2018 contra el mismo período en 2017 muestra una baja de 1,7 por ciento. Por sector económico, los de peor performance en los últimos doce meses registrados resultaron Comercio mayorista, minorista y reparaciones, con una baja de 11,2 por ciento, Industria manufacturera, con 5,3 por ciento y Construcción, que bajó 4,7 por ciento.
El sector que registró una evolución más favorable fue Pesca, cuyo nivel de actividad creció 28,4 por ciento entre octubre de 2017 y el mismo mes de 2018. El sector Agricultura y ganadería registró una mejora, pero de apenas 2,9 por ciento, que no alcanzó a revertir el fuerte descenso interanual en el nivel general de actividad económica, de acuerdo con el Indec.
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) suele ser considerado como un anticipo oficial de la evolución del producto interno bruto (PIB). Hasta octubre de este año, el EMAE arroja una caída de 1,7 por ciento acumulada en relación a los diez primeros meses de 2017. Si se compara con el mes previo, registró un alza de 0,7 por ciento desestacionalizada.
En septiembre de este año la economía entró formalmente en recesión, de acuerdo con lo informado por el Indec, abriéndose el segundo período contractivo de la gestión de Cambiemos. Técnicamente se considera que una economía está en recesión cuando registra dos trimestres consecutivos en baja; y si se suman altos niveles sostenidos de inflación, el proceso se denomina “estanflación”. Según el Indec, el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 3,5 por ciento respecto de igual período del año pasado, lo que se suma a la caída de 4 por ciento del segundo trimestre. El primer proceso de destrucción de riqueza al que llevaron las políticas del macrismo fue en 2016. Comprendió el segundo trimestre (abril-junio) con una caída del PIB del 3,4 por ciento, el tercer trimestre (-3,8 por ciento) y el cuarto (-2,1 por ciento).
Estimaciones privadas y oficiales anticipan que el actual período recesivo se concentre entre el tercer trimestre de este año hasta por lo menos el segundo del próximo. Las proyecciones del Gobierno en la Ley de Presupuesto y del Fondo Monetario auguran cerrar 2018 con un retroceso de entre 2,4 y 2,6 por ciento, mientras que la inflación se ubicará en torno al 48 por ciento. Para los primeros nueve meses del año la destrucción de PIB fue de 1,4 por ciento interanual, según el anticipo del Indec.
El desplome del consumo público y privado, de la inversión y las importaciones explican el pésimo desempeño de la actividad económica. La pérdida de poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación explica así la caída de la actividad en octubre para el rubro comercio, tanto mayorista como minorista, según el EMAE. En el sector Construcción, la baja en el nivel de actividad responde al congelamiento de la obra pública como parte del paquete de ajuste fiscal que implementó el Gobierno para acceder al crédito del Fondo Monetario. La situación se agravará en los próximos meses debido a que el Gobierno decidió suspender las obras bajo financiamiento del plan público-privado como respuesta a la disparada del riesgo país por encima de los 800 puntos.